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Este poema del francés Baudelaire trata sobre un tema tan antiguo como permanente: la eterna lucha de los intereses humanos, la disputa por lograr la aprobación del ser superior...el inocente Abel, expuesto a los riesgos de perder la propia vida, debido a la envidia que por él experimenta su propio hermano. A pesar de sus esfuerzos, él (Caín) no consigue obtener la aprobación del ser amado. Esa necesidad de ser considerado hace que su perturbación sea tan profunda que se decida por destruir el objeto que él no logra...aunque deba matar para lograrlo. Charles Baudelaire lo comprende; se hace eco de su angustia.