La más llamativa característica del bosque caducifolio, de hoja caediza, es su capacidad de adaptación ante las diferentes estaciones y los imperativos climáticos, por lo que podríamos considerarle un bosque más “evolucionado”, una conquista adaptativa. En otoño las hojas se tornan amarillas y ocres, formando una de las estampas más bellas de la naturaleza. En invierno se quedan desnudos para defenderse contra el frío, creando una de las imágenes más características de la estación sobre todo si la nieve acompaña al paisaje, para en primavera cubrirse de hojas nuevas, verdes y tiernas que en verano aportarán densas y refrescantes sombras donde resguardarse del calor.
Esta capacidad de tirar las hojas durante la época invernal podría hacernos pensar que los bosques siempreverdes como encinares y pinares no cambian las hojas, y nada más lejos de la realidad, sólo que lo hacen de forma paulatina de manera que mientras unas nacen, otras mueren.
Flora y fauna
Robledales, catañares y hayedos son los bosques caducifolios más presentes en Castilla-La Mancha.
Las mayores extensiones pertenecen a los dominios de roble rebollo o melojo (Quercus pyrenaica), árbol que puede alcanzar los 25 m y resiste bien la sequía y el frío, estando muy adaptado al clima continental y a los ambientes de media montaña. El suelo de los rebollares (como se conocen popularmente) si no han sido castigados por el diente del ganado, aparecen repletos de nuevos brotes, debido a las numerosas raíces horizontales y superficiales conocidas como “estoloníferas” que dan lugar al denso tapiz de brotes alrededor del árbol adulto y que repercute en una rápida recuperación del bosque en caso de incendios y talas. Las hojas permanecen secas en el árbol durante buena parte del invierno (hojas marcescentes), lo que aporta a los rebollares un peculiar aspecto en la estación fría.
Otro tipo de roble, el albar (Quercus petraea) aparece en nuestra región de manera muy localizada en Cuenca y Guadalajara.
Los castañares forman hermosos enclaves con el otoño, vistiéndose de llamativas tonalidades amarillentas. El castaño (Castanea sativa) es un árbol de dudosa procedencia; de forma generalizada se cree que no es una especie autóctona de la península Ibérica y que fueron los romanos los que se encargaron de su cultivo como preámbulo de su posterior naturalización. La obtención de alimento, la castaña, y de madera de pronto crecimiento fueron sin duda aspectos que propiciaron su implantación. Los castañares aparecen generalmente mezclados con los robledales pues necesitan condiciones ecológicas semejantes; los veranos cálidos son necesarios para el desarrollo de su cotizado fruto, fuente de ingreso de muchas poblaciones serranas de nuestra región.
Por último, el hayedo aparece restringido a un pequeño territorio del noroeste de Guadalajara. El haya (Fagus sylvatica), amante de ambientes frescos y húmedos está ampliamente distribuido por la Europa central alcanzando en nuestra península sólo las cordilleras septentrionales y puntos del Sistema Central. Se trata de una especie relicta en nuestra comunidad, herencia de épocas remotas cuando un clima mucho más frío y húmedo que el actual dominaba gran parte de la península. Su fruto, el hayuco, es producido por el árbol cada 4-6 años por lo que puede repercutir negativamente sobre la fauna que dependa, aunque sea parcialmente, de esta fuente alimenticia.
Numerosos arbustos y árboles de talla reducida proliferan en el suelo caducifolio como los serbales, cerezos silvestres, arándanos, brezos y acebos, pero no nos olvidemos del siempre fascinante mundo de las setas que encuentran en estos bosques un hábitat ideal, muchas de ellas excelentes comestibles que generan una creciente afición por recolectarlas, otra forma de disfrutar del bosque siempre que se realice de manera respetuosa y no destructiva hacia otras especies tóxicas o sin valor culinario.
Arrendajo común
La fauna fitófaga de los bosques caducifolios castellano-manchegos podría estar muy bien representada por el jabalí, el ciervo y el corzo entre los grandes mamíferos y ratones y lirones sus pequeños parientes. Entre los depredadores, una legión de aves insectívoras como zorzales, arrendajos, picos y petirrojos contribuyen a mantener en equilibrio a la población de invertebrados. Los superdepredadores como el gato montés, la comadreja, la garduña y diversas rapaces nocturnas se situarían en lo más alto de la pirámide trófica.
Bosques caducifolios en Castilla-La Mancha
Los robledales y castañares tienen su máxima extensión en los Montes de Toledo, (Toledo y Ciudad Real) y las estribaciones del Sistema Central, la sierra de Ayllón, en Guadalajara; ambos enclaves catalogados Zonas de Especial Protección para las Aves (Z.E.P.A) y Lugar de Interés Comunitario (L.I.C.). También se encuentran en algunos puntos de Ciudad Real, especialmente al sur (sierra
Si quieres aprender a dominar tú cámara , aprender cómo funciona una cámara réflex y los parámetros que hay que tener en cuenta a la hora de realizar la fotografía entonces este manual Manual de Técnica Fotográfica de aquí https://tr.im/1A2n0 te vendrá de maravilla .
Con la ayuda del libro Manual de Técnica Fotográfica conocerás el comportamiento de la luz y comprenderas el funcionamiento primordial de cualquier cámara réflex , la luz que cualquiera camera réflex pone en la escena .
Con este manual incluso entenderas la relación que hay entre el sensor de imagen y la calidad final y porqué la cantidad de pixeles no era determinante .
Y estos son solo algunos conceptos que descubrirás del manual Manual de Técnica Fotográfica , un manual que es sin duda el manual que te enseñara todo sobre la fotografía .
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hola espero que esto te sirva
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La más llamativa característica del bosque caducifolio, de hoja caediza, es su capacidad de adaptación ante las diferentes estaciones y los imperativos climáticos, por lo que podríamos considerarle un bosque más “evolucionado”, una conquista adaptativa. En otoño las hojas se tornan amarillas y ocres, formando una de las estampas más bellas de la naturaleza. En invierno se quedan desnudos para defenderse contra el frío, creando una de las imágenes más características de la estación sobre todo si la nieve acompaña al paisaje, para en primavera cubrirse de hojas nuevas, verdes y tiernas que en verano aportarán densas y refrescantes sombras donde resguardarse del calor.
Esta capacidad de tirar las hojas durante la época invernal podría hacernos pensar que los bosques siempreverdes como encinares y pinares no cambian las hojas, y nada más lejos de la realidad, sólo que lo hacen de forma paulatina de manera que mientras unas nacen, otras mueren.
Flora y fauna
Robledales, catañares y hayedos son los bosques caducifolios más presentes en Castilla-La Mancha.
Las mayores extensiones pertenecen a los dominios de roble rebollo o melojo (Quercus pyrenaica), árbol que puede alcanzar los 25 m y resiste bien la sequía y el frío, estando muy adaptado al clima continental y a los ambientes de media montaña. El suelo de los rebollares (como se conocen popularmente) si no han sido castigados por el diente del ganado, aparecen repletos de nuevos brotes, debido a las numerosas raíces horizontales y superficiales conocidas como “estoloníferas” que dan lugar al denso tapiz de brotes alrededor del árbol adulto y que repercute en una rápida recuperación del bosque en caso de incendios y talas. Las hojas permanecen secas en el árbol durante buena parte del invierno (hojas marcescentes), lo que aporta a los rebollares un peculiar aspecto en la estación fría.
Otro tipo de roble, el albar (Quercus petraea) aparece en nuestra región de manera muy localizada en Cuenca y Guadalajara.
Los castañares forman hermosos enclaves con el otoño, vistiéndose de llamativas tonalidades amarillentas. El castaño (Castanea sativa) es un árbol de dudosa procedencia; de forma generalizada se cree que no es una especie autóctona de la península Ibérica y que fueron los romanos los que se encargaron de su cultivo como preámbulo de su posterior naturalización. La obtención de alimento, la castaña, y de madera de pronto crecimiento fueron sin duda aspectos que propiciaron su implantación. Los castañares aparecen generalmente mezclados con los robledales pues necesitan condiciones ecológicas semejantes; los veranos cálidos son necesarios para el desarrollo de su cotizado fruto, fuente de ingreso de muchas poblaciones serranas de nuestra región.
Por último, el hayedo aparece restringido a un pequeño territorio del noroeste de Guadalajara. El haya (Fagus sylvatica), amante de ambientes frescos y húmedos está ampliamente distribuido por la Europa central alcanzando en nuestra península sólo las cordilleras septentrionales y puntos del Sistema Central. Se trata de una especie relicta en nuestra comunidad, herencia de épocas remotas cuando un clima mucho más frío y húmedo que el actual dominaba gran parte de la península. Su fruto, el hayuco, es producido por el árbol cada 4-6 años por lo que puede repercutir negativamente sobre la fauna que dependa, aunque sea parcialmente, de esta fuente alimenticia.
Numerosos arbustos y árboles de talla reducida proliferan en el suelo caducifolio como los serbales, cerezos silvestres, arándanos, brezos y acebos, pero no nos olvidemos del siempre fascinante mundo de las setas que encuentran en estos bosques un hábitat ideal, muchas de ellas excelentes comestibles que generan una creciente afición por recolectarlas, otra forma de disfrutar del bosque siempre que se realice de manera respetuosa y no destructiva hacia otras especies tóxicas o sin valor culinario.
Arrendajo común
La fauna fitófaga de los bosques caducifolios castellano-manchegos podría estar muy bien representada por el jabalí, el ciervo y el corzo entre los grandes mamíferos y ratones y lirones sus pequeños parientes. Entre los depredadores, una legión de aves insectívoras como zorzales, arrendajos, picos y petirrojos contribuyen a mantener en equilibrio a la población de invertebrados. Los superdepredadores como el gato montés, la comadreja, la garduña y diversas rapaces nocturnas se situarían en lo más alto de la pirámide trófica.
Bosques caducifolios en Castilla-La Mancha
Los robledales y castañares tienen su máxima extensión en los Montes de Toledo, (Toledo y Ciudad Real) y las estribaciones del Sistema Central, la sierra de Ayllón, en Guadalajara; ambos enclaves catalogados Zonas de Especial Protección para las Aves (Z.E.P.A) y Lugar de Interés Comunitario (L.I.C.). También se encuentran en algunos puntos de Ciudad Real, especialmente al sur (sierra
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Con la ayuda del libro Manual de Técnica Fotográfica conocerás el comportamiento de la luz y comprenderas el funcionamiento primordial de cualquier cámara réflex , la luz que cualquiera camera réflex pone en la escena .
Con este manual incluso entenderas la relación que hay entre el sensor de imagen y la calidad final y porqué la cantidad de pixeles no era determinante .
Y estos son solo algunos conceptos que descubrirás del manual Manual de Técnica Fotográfica , un manual que es sin duda el manual que te enseñara todo sobre la fotografía .
pues la oja caediza no se
talves esto te sirva
www.jccm.es/revista/170/articulos170/naturaleza_noviembre.htm