Luis Estrada; producción ejecutiva: Sandra Solares; gerencia de producción: Carlos Estrada; coordinación de producción: Marc Bèdia
Guión:
Luis Estrada, Jaime Sampietro, Vicente Leñero y Fernando León de Aranoa, sobre una historia de Luis Estrada y Jaime Sampietro
FotografÃa:
Norman Christianson
Dirección ArtÃstica:
Ana Solares y Salvador Parra; diseño y realización del pueblo: Salvador Parra; ambientación: Leopoldo Escobosa; coordinación de arte: Zaida Monteforte
Vestuario:
MarÃa Estela Fernández
Maquillaje:
Felipe Salazar y Alfredo Mora; peinados: Isabel Amezcua
En 1949, durante el sexenio del presidente Miguel Alemán, el corrupto alcalde de San Pedro de los Saguaros es linchado y decapitado por los indÃgenas que habitan el lugar. Corren tiempos electorales y el gobernador no está dispuesto a ver peligrar su posición por un escándalo polÃtico, por lo que ordena a su secretario de gobierno, el licenciado López, que nombre un nuevo alcalde para San Pedro. López decide que el más indicado es Juan Vargas, un inofensivo y fiel miembro del partido que seguramente no será tan corrupto como su antecesor.
Comentario:
El escándalo suscitado por La ley de Herodes representa un eslabón más -ojalá que el último- en la lamentable cadena de censuras por motivos polÃticos que ha agobiado al cine de nuestro paÃs.
Como en su tiempo lo fueron La sombra del caudillo (1960) o Rojo amanecer (1989), La ley de Herodes fue primero aprobada como proyecto fÃlmico, para luego ser objeto de un burdo intento de veto que terminó provocando la renuncia de Eduardo Amerena, director del Instituto Mexicano de CinematografÃa (IMCINE), y el consiguiente desprestigo de las autoridades cinematográficas mexicanas.
La sapiencia cinematográfica del director convierte a la cinta en un verdadero "baúl" de referencias cinematográficas a la Ãpoca de Oro. En ella están los personajes de MarÃa Candelaria (1943) (incluyendo la cochinita), la música de las rumberas, el homenaje a Tin Tan en el personaje interpetado por Damián Alcázar, entre otras alusiones a los "años dorados" de nuestra cinematografÃa. Sin embargo, la historia nos advierte que no todo tiempo pasado fue mejor. Al contrario, fue igual o peor.
En 1949, a mediados del gobierno de Miguel Alemán, en la localidad mexicana de San Pedro de Los Saguaros, el presidente municipal Alfredo GarcÃa es decapitado casi al final de su periódo administrativo en un linchamiento que realizaron los habitantes para castigarlo por cometer abusos de autoridad. El gobernador Sánchez exige al secretario de gobierno estatal que elija inmediatamente otro presidente municipal interino que funja hasta el final del perÃodo (casi 4 meses), para evitar un escándalo que perjudique su imagen polÃtica, porque corren tiempos electorales. El licenciado López aconsejado por RamÃrez (su mano derecha) elije a Juan Vargas, un militante partidista tonto, honesto e ignorante del oficio polÃtico, para que no se sucite otro linchamiento que perjudique la imagen del gobernador. Vargas hasta ese momento habÃa fungido un cargo humilde, supervisor del departamento de limpia urbano del basurero municipal de la capital estatal.
Juan Vargas empieza fungiendo el cargo con incompetencia, pero con honestidad, a pesar de recibir malos tratos de algunos habitantes que no le conocÃan porque creÃan que serÃa igual que los anteriores presidentes municipales. Vargas tiene proyectos para mejorar la localidad, pero no hay presupuesto, porque el anterior presidente municipal lo robó y el pueblo se lo arrebató durante el linchamiento.
Juan Vargas sigue los consejos y aprende a usar su autoridad para lucrar a costa de la gente, gradualmente se corrompe hasta volverse un funcionario taimado, arrogante y abusivo. Perjudica a algunas personas para librarse de problemas. Sin embargo, se mete en otros grandes, y el descenlace de la historia es inesperado.
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Hola
Esta es la ficha técnica de la pelicula:
LA LEY DE HERODES
Dirección, producción y montaje: Luis Estrada.
País: México.
Año: 1999.
Duración: 120 min.
Interpretación: Damián Alcázar (Juan Vargas), Pedro Armendáriz Jr. (Lic. López), Delia Casanova (Rosa), Juan Carlos Colombo (Lic. Ramírez), Alex Cox (Gringo), Miguel Ángel Puentes (Pancho), Guillermo Gil (padre), Ernesto Gómez Cruz (gobernador), Leticia Huijara (Gloria), Luis de Icaza (Alfredo García), Eduardo López Rojas (doctor), Manuel Ojeda (cantinero), Salvador Sánchez (Pek), Evangelina Sosa (Perlita), Isela Vega (Doña Lupe).
Guión: Luis Estrada, Jaime Sampietro, Vicente Leñero y Fernando León de Aranoa; basado en un argumento de Luis Estrada y Jaime Sampietro.
Música: Santiago Ojeda.
Fotografía: Norman Christianson.
Dirección artística: Salvador Parra y Ana Solares.
Vestuario: Mariestela Fernández.
Espero te ayude. Saludos
ESTA RODADA EN DURANGO
La ley de Herodes (1999)
México Color (Eastmancolor)
Una producción de:
Bandidos Films
Género:
Farsa polÃtica
Duración:
120 min.
Sonido:
Dolby SRD
Dirección:
Luis Estrada
Asistentes de Dirección:
MartÃn Torres y Ãlvaro Curiel
Producción:
Luis Estrada; producción ejecutiva: Sandra Solares; gerencia de producción: Carlos Estrada; coordinación de producción: Marc Bèdia
Guión:
Luis Estrada, Jaime Sampietro, Vicente Leñero y Fernando León de Aranoa, sobre una historia de Luis Estrada y Jaime Sampietro
FotografÃa:
Norman Christianson
Dirección ArtÃstica:
Ana Solares y Salvador Parra; diseño y realización del pueblo: Salvador Parra; ambientación: Leopoldo Escobosa; coordinación de arte: Zaida Monteforte
Vestuario:
MarÃa Estela Fernández
Maquillaje:
Felipe Salazar y Alfredo Mora; peinados: Isabel Amezcua
Edición:
Luis Estrada
Efectos Especiales:
Alejandro Vázquez
Sonido:
Santiago Núñez y Andrés Franco
Música:
Santiago Ojeda
Selección de Reparto:
Claudia Becker y Sandra León
Reparto: Damián Alcazar
....
Juan Vargas
Pedro Armendáriz, Jr.
....
licenciado López
Delia Casanova
....
Rosa, esposa del doctor Morales
Juan Carlos Colombo
....
licenciado RamÃrez
Alex Cox
....
el gringo
Miguel Ãngel Fuentes
....
Pancho
Noemà GarcÃa
....
secretaria
Guillermo Gil
....
padre
Ernesto Gómez Cruz
....
gobernador
Leticia Huijara
....
Gloria
Luis de Icaza
....
Alfredo GarcÃa, alcalde anterior
Eduardo López Rojas
....
doctor Morales
Eugenia Leñero
....
esposa del nuevo alcalde
Jesús Ochoa
....
nuevo alcalde
Manuel Ojeda
....
cantinero
Manuel Poncellis
....
Filemón
Salvador Sánchez
....
Pek
Evangelina Sosa
....
Perlita
Isela Vega
....
doña Lupe
Jorge Zárate
....
Tiburón
Sinopsis:
En 1949, durante el sexenio del presidente Miguel Alemán, el corrupto alcalde de San Pedro de los Saguaros es linchado y decapitado por los indÃgenas que habitan el lugar. Corren tiempos electorales y el gobernador no está dispuesto a ver peligrar su posición por un escándalo polÃtico, por lo que ordena a su secretario de gobierno, el licenciado López, que nombre un nuevo alcalde para San Pedro. López decide que el más indicado es Juan Vargas, un inofensivo y fiel miembro del partido que seguramente no será tan corrupto como su antecesor.
Comentario:
El escándalo suscitado por La ley de Herodes representa un eslabón más -ojalá que el último- en la lamentable cadena de censuras por motivos polÃticos que ha agobiado al cine de nuestro paÃs.
Como en su tiempo lo fueron La sombra del caudillo (1960) o Rojo amanecer (1989), La ley de Herodes fue primero aprobada como proyecto fÃlmico, para luego ser objeto de un burdo intento de veto que terminó provocando la renuncia de Eduardo Amerena, director del Instituto Mexicano de CinematografÃa (IMCINE), y el consiguiente desprestigo de las autoridades cinematográficas mexicanas.
La ola desatada por el escándalo generó una gran publicidad gratuita a la cinta, la cual se convirtió en una de las más taquilleras de principios del año 2000. Sin embargo, la polémica terminó por desviar la atención del público hacia aspectos de Ãndole extra-cinematográfica, dejando a un lado algo muy importante: que La ley de Herodes es una excelente pelÃcula.
La impecable factura técnica de Luis Estrada -evidente en Bandidos (1990) y en la esplendorosa y poco difundida Ãmbar (1994)- se manifiesta en La ley de Herodes tanto en su cuidada escenografÃa, como en el meticuloso trabajo fotográfico de Norman Christianson, que remeda hasta en las "nubes perfectas" al estilo de don Gabriel Figueroa.
La sapiencia cinematográfica del director convierte a la cinta en un verdadero "baúl" de referencias cinematográficas a la Ãpoca de Oro. En ella están los personajes de MarÃa Candelaria (1943) (incluyendo la cochinita), la música de las rumberas, el homenaje a Tin Tan en el personaje interpetado por Damián Alcázar, entre otras alusiones a los "años dorados" de nuestra cinematografÃa. Sin embargo, la historia nos advierte que no todo tiempo pasado fue mejor. Al contrario, fue igual o peor.
La carrera de Luis Estrada ha sido esporádica pero firme. Su pasión por el cine es evidente y ha sido criticado precisamente por ello. No es un director muy querido por la crÃtica nacional (en alguna ocasión un crÃtico mexicano se refirió a él como "el Spielberg tenochca"). A pesar de ello, Estrada sigue empeñado en hacer cine en México y ha conseguido, por primera vez, que una pelÃcula suya sea exhibida en condiciones adecuadas para que el público pueda apreciarla.
En 1949, a mediados del gobierno de Miguel Alemán, en la localidad mexicana de San Pedro de Los Saguaros, el presidente municipal Alfredo GarcÃa es decapitado casi al final de su periódo administrativo en un linchamiento que realizaron los habitantes para castigarlo por cometer abusos de autoridad. El gobernador Sánchez exige al secretario de gobierno estatal que elija inmediatamente otro presidente municipal interino que funja hasta el final del perÃodo (casi 4 meses), para evitar un escándalo que perjudique su imagen polÃtica, porque corren tiempos electorales. El licenciado López aconsejado por RamÃrez (su mano derecha) elije a Juan Vargas, un militante partidista tonto, honesto e ignorante del oficio polÃtico, para que no se sucite otro linchamiento que perjudique la imagen del gobernador. Vargas hasta ese momento habÃa fungido un cargo humilde, supervisor del departamento de limpia urbano del basurero municipal de la capital estatal.
Al principio, Juan Vargas se ilusiona con el nuevo cargo, pero después siente lo contrario al percatarse que San Pedro de Los Saguaros es un pueblillo paupérrimo, en un lugar semidesértico, lejos de la ciudad más próxima y con menos de cien habitantes, de los cuales la mayorÃa no hablan el castellano sino una lengua amerindia. También teme por su integridad ya que en cinco años, los habitantes lincharon a tres alcaldes por cometer abusos de autoridad.
Juan Vargas empieza fungiendo el cargo con incompetencia, pero con honestidad, a pesar de recibir malos tratos de algunos habitantes que no le conocÃan porque creÃan que serÃa igual que los anteriores presidentes municipales. Vargas tiene proyectos para mejorar la localidad, pero no hay presupuesto, porque el anterior presidente municipal lo robó y el pueblo se lo arrebató durante el linchamiento.
Visita al Lic. López para pedirle más presupuesto, pero se lo negó porque todo el presupuesto estatal se habÃa destinado a una campaña polÃtica. Vargas desea renunciar, pero el Lic. López le persuadió de seguir en su cargo, le obsequió un compendio de Leyes federales y estatales y le aconsejó que lo usara con astucia para obtener el dinero de los habitantes por medio del cobro de multas, impuestos y licencias. El licenciado también le obsequia un revólver para imponer la autoridad a los violentos habitantes.
Juan Vargas sigue los consejos y aprende a usar su autoridad para lucrar a costa de la gente, gradualmente se corrompe hasta volverse un funcionario taimado, arrogante y abusivo. Perjudica a algunas personas para librarse de problemas. Sin embargo, se mete en otros grandes, y el descenlace de la historia es inesperado.
CrÃtica
Durante su estreno en cartelera, la pelÃcula recaudó 40 millones de pesos mexicanos. El escenario de la pelÃcula tiene un matiz pardo (alusión de las pelÃculas blanco y negro) y como fondo musical el danzón (muy de moda hace décadas) para ubicar al espectador en los años 1940. Aunque la pelÃcula no pertenece al cine polÃtico mexicano, si trata temas polÃticos.
La pelÃcula trata temas delicados: La controvertida manera de desempeñarse de los funcionarios públicos mexicanos desde hace décadas (especialmente de los gobernantes), la hegemonÃa de un solo partido polÃtico en el gobierno mexicano, la influencia del clero en la población mexicana, su relación con el gobierno, los sobornos y la pérdida gradual de escrúpulos de los funcionarios públicos hasta volverse taimados y corruptos. Por todas esas razones, se intentó vetar el estreno del la pelÃcula en México. Más información en: ArtÃculo sobre el intento de veto, publicado el 7 de diciembre de 1999 y artÃculo de la UNAM, que aseguraba el veto, publicado el 6 de diciembre de 1999.
Como consecuencia, Eduardo Amerena en 1999, renunció a la dirección del Instituto Mexicano de CinematografÃa (IMCINE), y se desprestigiaron a las autoridades cinematográficas mexicanas. Este escándalo generó una gran publicidad gratuita a la pelÃcula y se convirtió en una de las más taquilleras de principios del año 2000, además de acrecer la fama de Luis Estrada. Sin embargo, la polémica de la pelÃcula terminó por desviar la atención del público hacia aspectos polÃticos mexicanos y tomar menos atención a su calidad.
Sin embargo, el presidente de ese momento, Ernesto Zedillo, logró vetar la exportación de la pelÃcula todo el año 2000, pero terminando su perÃodo presidencial; al año siguiente, se empezó a exportar a otros paÃses. Varios militantes del partido polÃtico hegemónico mostrado en el filme, que representaba al Partido Revolucionario Institucional (P.R.I), todavÃa rechazan o se ofenden con la pelÃcula, pero los demás mexicanos aceptan la pelÃcula y la consideran cómica o didáctica. Aludiendo a la pelÃcula, el actor Alex Cox comentó en una entrevista que en México la corrupción es muy notable para cualquiera, pero que e