es que yo no tengo el libro, sino yo misma la sacara, es para un portafolio de evidencias, la maestar se basó en ese libro y aunque no nos dijo que lo pusieramos, yo quisiera ponerlo, ya saben, por si las dudas, mil gracias de antemano por sus respuestas...
Lucy =)
Actualización:usumaki es bibliografía, no biografia, pero aun asi muchas gracias por la intención de ayudarme... =)
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Aqui esta
Algabra Baldor:
Baldor, Aurelio. 1997. Álgebra. Publicaciones Cultural. México
http://www.patriacultural.com.mx/paginasweb/PubliC...
esta es la pagina de las Publicaciones cultural suerte
no se si es esta nose fijate
Ningún régimen ni poder que disgrega a las familias y las aleja de su paÃs puede ser bueno para nadie... quizás podemos abrir caminos nuevos de éxitos pero la tristeza del alma no tiene precio... el que es exitoso por esfuerzo propio será exitoso en cualquier lugar del planeta, el que sólo espera a que le den para tener no triunfara jamás en ningún área por que sencillamente no se respeta a si mismo... viva la vida y que maravilloso es disfrutar cada cosa que conseguimos por ¡esfuerzo personal!
Historia de Baldor ÃLGEBRA
Aurelio Baldor, el autor del libro que más terror despierta en los estudiantes de bachillerato de toda Latinoamérica, no nació en Bagdad. Nació en La Habana, Cuba, y su problema más difÃcil no fue una operación matemática, sino la revolución de Fidel Castro. Esa fue la única ecuación inconclusa del creador del Ãlgebra de Baldor, un apacible abogado y matemático que se encerraba durante largas jornadas en su habitación, armado sólo de lápiz y papel para escribir un texto que desde 1941 aterroriza y apasiona a millones de estudiantes de toda Latinoamérica.
El Ãlgebra de Baldor, aun más que El Quijote de la Mancha, es el libro más consultado en los colegios y escuelas desde Tijuana hasta la Patagonia. Tenebroso para algunos,misterioso para otros y definitivamente indescifrable para los adolescentes que intentan resolver sus "misceláneas" a altas horas de la madrugada, es un texto que permanece en la cabeza de tres generaciones que ignoran que su autor, Aurelio Ãngel Baldor, no es el terrible hombre árabe que observa con desdén calculado a sus alumnos amedrentados, sino el hijo menor de Gertrudis y Daniel, nacido el 22 de octubre de 1906 en La Habana, y portador de un apellido que significa "valle de oro" y que viajó desde Bélgica hasta Cuba.
Daniel Baldor Reside en Miami y es el tercero de los siete hijos del célebre matemático.Inversionista, consultor y hombre de finanzas, Daniel vivió junto a sus padres, sus seis hermanos y la abnegada nana negra que los acompañó durante más de cincuenta años, el drama que se ensañó con la familia en los dÃas de la revolución de Fidel Castro.
Aurelio Baldor era el educador más importante de la isla cubana durante los años cuarenta y cincuenta. Era fundador y director del Colegio Baldor, una institución que tenÃa 3.500 alumnos y 32 buses en la calle 23 y 4, en la exclusiva zona residencial del Vedado. Un hombre tranquilo y enorme, enamorado de la enseñanza y de mi madre, quien hoy lo sobrevive, y que pasaba el dÃa
ideando acertijos matemáticos y juegos con "números", recuerda Daniel, y evoca a su Padre caminando con sus 100 kilos de peso y su proverbial altura de un metro con noventa y cinco centÃmetros por los corredores del colegio, siempre con un cigarrillo en la boca, recitando frases de Martà y con su álgebra bajo el brazo, que para entonces, en lugar del retrato del sabio árabe intimidante, lucÃa una sobria carátula roja.
Los Baldor vivÃan en las playas de Tarará en una casa grande y lujosa donde las puestas de sol se despedÃan con un color distinto cada tarde y donde el profesor dedicaba sus tardes a leer, a crear nuevos ejercicios matemáticos y a fumar, la única pasión que lo distraÃa por instantes de los números y las ecuaciones. La casa aún existe y la administra el Estado cubano. Hoy hace parte de una villa turÃstica para extranjeros que pagan cerca de dos mil dólares para pasar una semana de verano en las mismas calles en las que Baldor se cruzaba con el "Che" Guevara, quien vivÃa a pocas casas de la suya, en el mismo barrio.
"Mi padre era un hombre devoto de Dios, de la patria y de su familia", afirma Daniel. "Cada dÃa rezábamos el rosario y todos los domingos, sin falta, Ãbamos a misa de seis, una costumbre que no se perdió ni siquiera después del exilio". Eran los dÃas de riqueza y filantropÃa, dÃas en que los Baldor ocupaban una posición privilegiada en la escalera social de la isla y que se esmeraban en distribuir justicia social por medio de becas en el colegio y ayuda económica para los enfermos de cáncer.
El 2 de enero de 1959 los hombres de barba que luchaban contra Fulgencio Batista se tomaron La Habana. No pasaron muchas semanas antes de que Fidel Castro fuera personalmente al Colegio Baldor y le ofreciera la revolución al director del colegio. "Fidel fue a decirle a mi padre que la revolución estaba con la educación y que le agradecÃa su valiosa labor de maestro...,
pero ya estaba planeando otra cosa", recuerda Daniel. Los planes tendrÃa que ejecutarlos Raúl Castro, hermano del lÃder del nuevo gobierno, y una calurosa tarde de septiembre envió a un piquete de revolucionarios hasta la casa del profesor con la orden de detenerlo. Sólo una contraorden de Camilo Cienfuegos, quien defendÃa con devoción de alumno el trabajo de Aurelio Baldor, lo salvó de ir a prisión. Pero apenas un mes después la familia Baldor se quedó sin protección, pues Cienfuegos, en un vuelo entre Camagüey y La Habana, desapareció en medio de un mar furioso que se lo tragó para siempre. "Nos vamos de vacaciones para México, nos dijo mi papá. Nos reunió a todos, y como si se tratara de una clase de geometrÃa nos explicó con precisión milimétrica cómo tenÃamos que prepararnos. Era el 19 de julio de 1960 y él estaba más sombrÃo que de costumbre. Mi padre era un hombre que no dejaba traslucir sus emociones, muy analÃtico, de una fachada estricta, durÃsima, pero ese dÃa algo misterioso en su mirada nos decÃa que las cosas no andaban bien y que el viaje no era de recreo", dice el hijo de Baldor.
Un vuelo de Mexicana de Aviación los dejó en la capital azteca. La respiración de Aurelio Baldor estaba agitada, intranquila, como si el aire mexicano le advirtiera que jamás regresarÃa a su isla y que morirÃa lejos, en el exilio. El profesor, además del dolor del destierro, cargaba con otro temor. Era infalible en matemáticas y jamás se equivocaba en las cuentas, asà que si calculaba bien, el dinero que llevaba le alcanzarÃa apenas para algunos meses. PartÃa acompañado de una pobreza monacal que ya sus libros no podrÃan resolver, pues doce años atrás habÃa vendido los derechos de su álgebra y su aritmética a Publicaciones Culturales, una editorial mexicana, y habÃa invertido el dinero en su escuela y su paÃs.
La lucha empezaba. Los Baldor, incluida la nana, se estacionaron con paciencia durante 14 dÃas en México y después se trasladaron hasta Nueva Orleáns, en Estados Unidos, donde se encontraron con el fantasma vivo de la segregación racial. Aurelio, su mujer y sus hijos eran de color blanco y no tenÃan problemas, pero Magdalena, la nana, una soberbia mulata cubana, tenÃa que separarse de ellos si subÃan a un bus o llegaban a un lugar público. Aurelio Baldor, heredero de los ideales libertarios de José MartÃ, no soportó el trato y decidió llevarse a la familia hasta Nueva York, donde consiguió alojamiento en el segundo piso de la propiedad de un italiano en Brooklyn, un vecindario formado por inmigrantes puertorriqueños, italianos, judÃos y por toda la melancolÃa de la pobreza. El profesor, hombre friolento por naturaleza, sufrió aun más por la falta de agua caliente en su nueva vivienda, que por el desolador panorama que percibÃa desde la única ventana del segundo piso.
La aristocrática familia que invitaba a cenar a ministros y grandes intelectuales de toda América a su hermosa casa de las playas de Tarará, estaba condenada a vivir en el exilio, hacinada en medio del olvido y la sordidez de Brooklyn, mientras que la junta revolucionaria declaraba la nacionalización del Colegio Baldor y la expropiación de la casa del director, que sirvió durante años como escuela revolucionaria para formar a los célebres "pioneros". La suerte del colegio fue distinta. Hoy se llama Colegio Español y en él estudian 500 estudiantes pertenecientes a la Unión Europea. Ningún niño nacido en Cuba puede pisar la escuela que Baldor habÃa construido para sus compatriotas.
Lejos de la patria Aurelio Baldor trató en vano de recuperar su vida. Fue a clases de inglés junto a sus hijos a la Universidad de Nueva York y al poco tiempo ya dictaba una cátedra en Saint Peters College, en Nueva Jersey. Se esforzó para terminar la educación de sus hijos y cada uno encontró la profesión con que soñaba: un profesor de literatura, dos ingenieros, un inversionista, dos
administradores y una secretaria. Ninguno siguió el camino de las matemáticas, aunque todos continuaron aceptando los desafÃos mentales y los juegos con que los retaba su padre todos los dÃas.
Con los años, Baldor se habÃa forjado un importante prestigio intelectual en los Estados Unidos y habÃa dejado atrás las dificultades de la pobreza. Sin embargo, el maestro no pudo ser feliz fuera de Cuba. No lo fue en Nueva York como profesor, ni en Miami donde vivió su retiro acompañado de Moraima, su mujer, quien hoy tiene 89 años y recuerda a su marido como el hombre más valiente de todos cuantos nacieron en el planeta. Baldor jamás recuperó sus fantásticos cien kilos de peso y se encorvó poco a poco como una palmera monumental que no puede soportar el peso del cielo sobre sÃ. "El exilio le supo a jugo de piña verde. Mi padre se murió con la esperanza de volver",
asegura su hijo Daniel.
El autor del Algebra de Baldor se fumó su último cigarrillo el 2 de abril de 1978. A la mañana siguiente cerró los ojos, murmuró la palabra Cuba por última vez y se durmió para siempre. Pero sus siete hijos, quince nietos y diez biznietos, siempre supieron y sabrán que a Aurelio Baldor lo mataron la nostalgia y el destierro.
Algebra
Baldor
Dr. Aurelio Baldor
Publicaciones Cultural, S.A. de C.V. México
Décima novena reimpresión México 2001
Baldor, Aurelio . (1991). Ãlgebra, Editorial Cultural Centroamericana S.A., Madrid.
Hola Lucy
Espero te sirva esta página, de ahi lo puedes bajar completito.
http://www.sendspace.com/file/kh0mun
Un Abrazo
Es un conocido educador en Latinoamérica gracias a su obra Algebra (1941), aunque publicó otros tÃtulos tales como Aritmética, TrigonometrÃa y Geométria AnalÃtica. Vivió como acomodado en las playas de Tarará, en La Habana, hasta la revolución cubana de 1959. Un año y medio después huyó a México mientras vendÃa los derechos de su obra Algebra a la editorial Publicaciones Cultural. Luego, se trasladó a Nueva Orleans, donde no soportó la segregación racial que imperaba en la época y luego a Brooklyn, Nueva York donde vivió en carne propia, aunque temporalmente, la pobreza. Enseñó catedra en el Saint Peters College, de Nueva Jersey.
La depresión por la nostalgia hacia su paÃs natal afectó su salud, problema que empeoró con el paso de los años. Finalmente, se retiró a Miami, donde falleció de enfisema pulmonar. Su familia todavÃa vive en el exilio y su fundación, el Colegio Baldor (del cual fue fundador, profesor y director) está en manos del gobierno cubano con el nombre de Colegio Español, donde sólo acceden estudiantes de la Unión Europea.