¿Como continúa este poema que comienza diciendo: "Que alegría, vivir / sintiéndose vivido.." De Pedro Salinas?
Y si, es justa la coincidencia, cuando el amor remite al origen de la vida o de allí se desprende...dentro de las diferentes acepciones del amor...y yendo hacia el lado de las palabras... de como nombramos y respiramos y alimentamos nuestro cuerpo y nuestro ser, en el nombrar se hace el sentido. Pienso en los labios, en la boca, en el nombrar, en el comer, en los besos, en la palabra, en la poesía y en el amor........Y dice Bordelois: ..." Las palabras son ruido y significado, ruido e idea. El cuerpo de las palabras no es sonido puro, etéreo; las palabras no son puramente aéreas, espirituales. Están hechas de aire rudamente modulado por la garganta, los dientes, la lengua y siguen teniendo mucho de los primeros gruñidos, cercanos a los de los primates, que estuvieron en su origen."
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Otro ser por detrás de la no muerte..No muerte,es una de las etimologías posibles de amor,a-mors,-no sé si será cierta,pero es muy justa coincidencia-.
Me quedé colgada de lo transvisible,qué palabra tan bien inventada.Lo invisible era muy corto,cerrado, para nombrar con acierto.
El texto que agregaste habla de la alegría del poema,el estado de alegría del amor.Pero siento que,si el amor expulsa a la tristeza como dice A.Capellano,lo hace algunas veces integrándola y luego dejándose atravesar por ella,sin resistencia.Esa es la experiencia,lo transvisible en amor: que el alma se torna flexible y respira las cosas,las integra,las exhala;despierta a todo como al perfume de sí misma.
No conocía el poema.(¡Gracias!)
Que alegrÃa, vivir
sintiéndose vivido!
Rendirse
A la gran certidumbre, oscuramente,
De que otro ser, fuera de mÃ, muy lejos,
Me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espÃas
-azogues, almas cortas-, aseguran
que estoy aquÃ, yo inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los hombres,
la verdad transvisible es que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allÃ
estoy buscando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser por el que miro el mundo
Porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
No sospechadas por mi gran silencio;
Y es que también me quiere con su voz.
La vida -¡Que transporte ya!-, ignorancia
De lo que son mis actos, que ella hace,
En que ella vive, doble, suya y mÃa.
Y cuando ella me hable
De un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
Recordaré
Estrellas que no vi, que ella miraba,
Y nieve que nevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
De haber tocado lo que no toqué
Sino con esas manos que no alcanzo
A coger con las mÃas, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
Descansar, quieto, muerto ya. Morirse
En la alta confianza
De que este vivir mÃo no era sólo
Mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
Otro ser por detrás de la no muerte
Pedro Salinas
¡Que alegrÃa, vivir
sintiéndose vivido!
Rendirse
A la gran certidumbre, oscuramente,
De que otro ser, fuera de mÃ, muy lejos,
Me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espÃas
-azogues, almas cortas-, aseguran
que estoy aquÃ, yo inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los hombres,
la verdad transvisible es que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allÃ
estoy buscando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser por el que miro el mundo
Porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
No sospechadas por mi gran silencio;
Y es que también me quiere con su voz.
La vida -¡Que transporte ya!-, ignorancia
De lo que son mis actos, que ella hace,
En que ella vive, doble, suya y mÃa.
Y cuando ella me hable
De un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
Recordaré
Estrellas que no vi, que ella miraba,
Y nieve que nevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
De haber tocado lo que no toqué
Sino con esas manos que no alcanzo
A coger con las mÃas, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
Descansar, quieto, muerto ya. Morirse
En la alta confianza
De que este vivir mÃo no era sólo
Mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
Otro ser por detrás de la no muerte