La Biblia menciona el corazón casi mil veces. En la gran mayoría de los casos no se trata del literal, sino del simbólico. ¿Y qué es el corazón simbólico? A menudo se refiere a la persona interior, es decir, a lo que alguien piensa, siente y desea.
¿Por qué debemos proteger el corazón? Dios dirigió al rey Salomón para que escribiera: “Más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida” (Proverbios 4:23). Así que la calidad de nuestra vida ahora y nuestra esperanza para el futuro dependen de nuestro corazón simbólico. A fin de cuentas, Dios ve lo que hay en él (1 Samuel 16:7). Por tanto, la clase de persona que somos por dentro, o “la persona secreta del corazón”, determina lo que Dios opina de nosotros (1 Pedro 3:4).
Vivimos en un mundo obsesionado con la belleza física. ¡Qué bueno que Jehová Dios no se deja llevar por las apariencias! A él no le importa si somos altos o bajos, guapos o feos, sino cómo es nuestro corazón.
“El simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón” (1 Samuel 16:7). ¿Cómo ve Jehová “lo que es el corazón”?
En las Escrituras, el corazón simboliza a menudo la persona interior: sus deseos, pensamientos, emociones y afectos. Así que cuando la Biblia dice que Dios ve el corazón, hemos de entender que mira más allá de la apariencia externa de alguien y se centra en su verdadera personalidad.
7 Pero el Señor dijo a Samuel: “No te fijes en su aspecto ni en lo elevado de su estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre ve las apariencias, pero Dios ve el corazón”.
EXPLICACIÓN PATRÍSTICA:
El hombre se fija en las apariencias, pero Dios ve el corazón (7).
Estas palabras no significan solamente que Dios juzga mejor que nosotros.
También entendemos que, con o sin la intervención de un profeta como Samuel, los acontecimientos van al encuentro de aquellos que Dios «conoció de antemano» (Jer 1,5; Rom 8,29) y que designó para una misión que supera con mucho sus méritos y capacidades.
Las Cartas de Pablo, que no fue menos elegido que David, retomarán esta oposición entre las apariencias y el corazón (1 Co 1,28; 2 Co 3,1; 11,16).
En cualquier grupo humano, hay que descubrir los valores profundos de cada uno y no dejarse influenciar por las apariencias.
Es de mucha importancia para las comunidades cristianas que sus responsables sepan «ver el corazón», tanto de los que callan como de los que demuestran mucho celo.
Entonces no faltará mucho tiempo para que se encuentren personas que realmente valen.
—No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
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Que la mayoría de los hombres vemos solo apariencias pero que Dios ve lo más profundo del corazón del hombre.
A una persona se la conoce más que por sus apariencias, por lo que piensa y siente. Nosotros no conocemos los pensamientos y sentimientos de los demás,pero Dios,sí.Es más 1 Reyes 8,39 dice.Tú solo,Señor conoces el interior de las personas Ahora bien,Lc.6,8;Mt 9,4 ;Juan2,24-25 y otros pasajes nos dicen que Jesús conocía el corazón de las personas, sin que nadie se lo manifestara.Si solo Dios puede conocer el interior de las personas y Jesús lo conocía es prueba de que Jesús es Dios
1Sa 16:7 Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón.
Pero el Señor Dios le dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.
el Señor mira el corazón. Dios mira más allá de las apariencias externas y conoce lo que una persona es en verdad (1 R 8:39; 17:9, 10; Jn 2:25; Hch 1:24).
Saúl era un alto y atractivo. Era un hombre que impresionaba por su buena apariencia. Samuel pudo haber estado buscando alguien que se pareciera a Saúl para ser el siguiente rey de Israel, pero Dios le advirtió que no juzgara sólo por las apariencias. Cuando la gente juzga sólo por las apariencias externas, pueden pasar por alto a individuos que carecen de cualidades físicas particulares que la sociedad admira en ese momento. Pero la apariencia no revela lo que la gente es en realidad, ni sus verdaderos valores.
Afortunadamente, Dios juzga por la fe y el carácter, no por las apariencias. Y debido a que sólo Dios puede ver el interior, sólo El puede juzgar a las personas con precisión. La mayoría de las personas invierten horas cada semana en mantener su apariencia externa. Deberían hacer aún más para desarrollar su carácter interior. Mientras todo el mundo puede ver su cara, sólo usted y Dios saben como es por dentro.
Levítico 3: 13-16 pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la degollará delante del tabernáculo de reunión... rociarán la sangre por encima y alrededor del altar... Después ofrecerá de ella, como su ofrenda quemada a Jehovah, el sebo que cubre las vísceras y todo el sebo que está sobre las VÍSCERAS, los dos riñones con el sebo que está sobre ellos, junto a los costados; y con los riñones extraerá el sebo que cubre el hígado... Es una ofrenda quemada de grato olor a Jehovah. Todo el sebo es para Jehovah.
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La Biblia menciona el corazón casi mil veces. En la gran mayoría de los casos no se trata del literal, sino del simbólico. ¿Y qué es el corazón simbólico? A menudo se refiere a la persona interior, es decir, a lo que alguien piensa, siente y desea.
¿Por qué debemos proteger el corazón? Dios dirigió al rey Salomón para que escribiera: “Más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida” (Proverbios 4:23). Así que la calidad de nuestra vida ahora y nuestra esperanza para el futuro dependen de nuestro corazón simbólico. A fin de cuentas, Dios ve lo que hay en él (1 Samuel 16:7). Por tanto, la clase de persona que somos por dentro, o “la persona secreta del corazón”, determina lo que Dios opina de nosotros (1 Pedro 3:4).
Vivimos en un mundo obsesionado con la belleza física. ¡Qué bueno que Jehová Dios no se deja llevar por las apariencias! A él no le importa si somos altos o bajos, guapos o feos, sino cómo es nuestro corazón.
“El simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón” (1 Samuel 16:7). ¿Cómo ve Jehová “lo que es el corazón”?
En las Escrituras, el corazón simboliza a menudo la persona interior: sus deseos, pensamientos, emociones y afectos. Así que cuando la Biblia dice que Dios ve el corazón, hemos de entender que mira más allá de la apariencia externa de alguien y se centra en su verdadera personalidad.
Hola,
DIOS = DIOS TRINIDAD
1 SAMUEL 16,
7 Pero el Señor dijo a Samuel: “No te fijes en su aspecto ni en lo elevado de su estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre ve las apariencias, pero Dios ve el corazón”.
EXPLICACIÓN PATRÍSTICA:
El hombre se fija en las apariencias, pero Dios ve el corazón (7).
Estas palabras no significan solamente que Dios juzga mejor que nosotros.
También entendemos que, con o sin la intervención de un profeta como Samuel, los acontecimientos van al encuentro de aquellos que Dios «conoció de antemano» (Jer 1,5; Rom 8,29) y que designó para una misión que supera con mucho sus méritos y capacidades.
Las Cartas de Pablo, que no fue menos elegido que David, retomarán esta oposición entre las apariencias y el corazón (1 Co 1,28; 2 Co 3,1; 11,16).
En cualquier grupo humano, hay que descubrir los valores profundos de cada uno y no dejarse influenciar por las apariencias.
Es de mucha importancia para las comunidades cristianas que sus responsables sepan «ver el corazón», tanto de los que callan como de los que demuestran mucho celo.
Entonces no faltará mucho tiempo para que se encuentren personas que realmente valen.
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Saludos
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1Sam 16:7 Pero Jehová respondió a Samuel:
—No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
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Que la mayoría de los hombres vemos solo apariencias pero que Dios ve lo más profundo del corazón del hombre.
A una persona se la conoce más que por sus apariencias, por lo que piensa y siente. Nosotros no conocemos los pensamientos y sentimientos de los demás,pero Dios,sí.Es más 1 Reyes 8,39 dice.Tú solo,Señor conoces el interior de las personas Ahora bien,Lc.6,8;Mt 9,4 ;Juan2,24-25 y otros pasajes nos dicen que Jesús conocía el corazón de las personas, sin que nadie se lo manifestara.Si solo Dios puede conocer el interior de las personas y Jesús lo conocía es prueba de que Jesús es Dios
Dios penetra los pensamientos de los hombres y ve la intención del corazón, y antes de que actuemos EL ya sabe lo que vamos a hacer.
En cambio el hombre juzga por lo que ve.
Dios fue el 1ro en usar marketing interno:
Mientras los demas tienen su enfoque en lo externo primeramente,
Dios pone priorizar a fidelizar el ambiente interno.
creo que esta claro: jehova ve tus pensamientos, no lo que aparentas sno lo que realmente sientes
1Sa 16:7 Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón.
Pero el Señor Dios le dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.
el Señor mira el corazón. Dios mira más allá de las apariencias externas y conoce lo que una persona es en verdad (1 R 8:39; 17:9, 10; Jn 2:25; Hch 1:24).
Saúl era un alto y atractivo. Era un hombre que impresionaba por su buena apariencia. Samuel pudo haber estado buscando alguien que se pareciera a Saúl para ser el siguiente rey de Israel, pero Dios le advirtió que no juzgara sólo por las apariencias. Cuando la gente juzga sólo por las apariencias externas, pueden pasar por alto a individuos que carecen de cualidades físicas particulares que la sociedad admira en ese momento. Pero la apariencia no revela lo que la gente es en realidad, ni sus verdaderos valores.
Afortunadamente, Dios juzga por la fe y el carácter, no por las apariencias. Y debido a que sólo Dios puede ver el interior, sólo El puede juzgar a las personas con precisión. La mayoría de las personas invierten horas cada semana en mantener su apariencia externa. Deberían hacer aún más para desarrollar su carácter interior. Mientras todo el mundo puede ver su cara, sólo usted y Dios saben como es por dentro.
Que al buen Jehová le gustan las vísceras.
Levítico 3: 13-16 pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la degollará delante del tabernáculo de reunión... rociarán la sangre por encima y alrededor del altar... Después ofrecerá de ella, como su ofrenda quemada a Jehovah, el sebo que cubre las vísceras y todo el sebo que está sobre las VÍSCERAS, los dos riñones con el sebo que está sobre ellos, junto a los costados; y con los riñones extraerá el sebo que cubre el hígado... Es una ofrenda quemada de grato olor a Jehovah. Todo el sebo es para Jehovah.