La Psicología inversa en las relaciones de pareja..
“No quiero hablar de eso, déjalo por favor...Ahora no”. Es muy difícil que en una discusión de pareja esta sencilla frase, casi súplica se pueda tomar simplemente cómo lo que es; es decir, un aviso, una señal de paz o armisticio para quitarle hierro al asunto y evitar llegar al inminente apartado de las ofensas, a las cuales por desgracia casi siempre llegamos (por no saber leer mensajes evidentes como este) y de las que nos terminamos arrepintiendo sin excepción.
Aquí como en otros muchos aspectos de la vida cotidiana, en las relaciones sentimentales e incluso familiares, la psicología inversa actúa como un poderoso acicate de la acción que queremos evitar; no corresponde lo que queremos decir con la reacción que provoca. Si quiere encender la caja de los truenos, y arruinar un momento por dulce y agradable que esté siendo, atrévase a decir: “me acordé de algo… te lo quiero contar, pero no sé si sea el mejor momento… o si luego te vayas a enfadar, mejor lo hago otro dia...” El nivel de curiosidad de la otra persona puede llegar a un nivel de fijación o ansiedad realmente delirante por saber el “gran secreto” tanto, que ya no habrá armonía ni paz hasta que este no salga a la luz, y con el ambiente tenso que se ha creado quizás sea peor asimilado y se le de más importancia de la que en realidad tiene.
Para ninguna mujer con un poquito de experiencia es un secreto que la mayoría de los hombres no les gusta sentirse “agobiados” demasiadas muestras de cariño, demasiada meloseria o efusividad, demasiada búsqueda, llamadera, asedio o un exagerado interés son capaces de sacar corriendo hasta al más voluntarioso de los hombres. No me interesa entrar en los asquerosos clichés de la estúpida guerra de sexos, supongo que detrás de estas reacciones debe haber poderosas motivaciones psicológicas, históricas genéticas o de simples milenios de mala herencia actuando de la misma manera. No creo que todos los hombres que reaccionan así sean imbéciles, (habrá algunos, pero bueno, los hay en cualquier otra parte también) ni que necesariamente sea un pánico al compromiso. No sé, supongo que cada caso puede tener matices o atenuantes, pero el fondo es que a los hombres (y supongo que a ningún ser humano medio sensato e independiente) no nos gusta sentirnos asediados.
Aquí saldría a relucir de nuevo la “psicología inversa” en el sentido de que el objeto de nuestro deseo se hace más apetecible, y más importante ante nuestros ojos cuando no demuestra tanta necesidad por nuestra presencia para que su vida pueda funcionar de manera óptima, cuando no hace falta estar colmándole cada uno de los vacíos que ella cree tener o tiene de verdad, o siendo partícipes de cada paso que ella de para reafirmar con nuestra compañía su seguridad, o para que ella tenga la certeza que si es amada y hay un verdadero compromiso. En suma, suele ser más atractiva ante nuestros ojos la mujer que parece dueña de su vida, que antes que salvarla a ella, ella también nos puede ayudar a flotar a nosotros, y que entrar en ella requiere un duro trabajo de demolición, y que si un dia no estamos a la altura y no sabemos luchar por ella, la podemos perder con mucha facilidad…eso supone un reto irresistible.
Habrá un tipo de hombre más cercano a los modelos patriarcales tradicionales que quiere encontrar en su pareja una mujer sumisa, dócil, dependiente y donde él venga a ser algo así como su Dios , su luz o su ídolo. Obviamente este tipo no le molestará que lo vivan cubriendo de ofrendas, no le chocará esa incondicionalidad sin reservas, que le salga a las cinco de la mañana con una simple llamada a lidiarle sus penas o sus borracheras si él la requiere, que ella se desviva por él…lo busque incansablemente etc. Pero en circunstancias más equilibradas es un hecho que demostrar demasiado afecto y necesidad al principio de una relación es contraproducente. Y creo que hoy en dia eso funciona igual para los dos.
Cuántas parejas no sufren escenas de reproche cada noche cuando ella quiere hacer el amor, o juguetear o arrumacos y él no quiere nada... está cansado, o prefiere leer, jugar con el computador o ver la tele. O al contrario es él quien espera con ansias el único momento del dia que les queda para los dos, y ella lo mantiene a raya con dilaciones, evasivas justificadas o no, y se va creando un ambiente desagradable para los dos: porque uno se empieza a sentir acosado, o dice que a la otra, o al otro, sólo le interesa el sexo. Y por el contrario la pareja inconforme, se queja de la falta de pasión, de interés y de no sentirse deseado (a) por el otro...
A menos que haya problemas físicos serios, de salud o estrés o depresión fuerte que condicionen la intimidad, a menos que haya otra persona oculta de manera habitual que le robe la energía y el pensamiento a nuestra pareja, si no es así, si sólo es desgaste, mala comunicación y rutina mal digerida, eso se puede resolver con un diálogo calmad
Si amas y te deja es una de las peores cosas que te podía pasar pero esto puede cambia, puedes recuperar a la mujer que amas con este libro http://comorecuperaratumujer.netint.info/?R5po Sé que este libro hace milagros porque los he visto, he vuelto con mi pareja gracias a este libro y por esto cualquier hombre tiene que tenerla.
Reconocer que tienes una dificultad con la disfunción eréctil es el primer paso en la el alivio, esta es el tratamiento http://mejorarlaereccion.netint.info/?27OQ Una vida sexual robusta es primordial para todos los hombres y aun más si estas en una relación y por este razón indico este programa a cualquier hombre. Mi marido ha sufrido este problema y con la ayuda de este programa ahora nuestras vidas han cambiado, tenemos una vida sexual sana y llena.
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La Psicología inversa en las relaciones de pareja..
“No quiero hablar de eso, déjalo por favor...Ahora no”. Es muy difícil que en una discusión de pareja esta sencilla frase, casi súplica se pueda tomar simplemente cómo lo que es; es decir, un aviso, una señal de paz o armisticio para quitarle hierro al asunto y evitar llegar al inminente apartado de las ofensas, a las cuales por desgracia casi siempre llegamos (por no saber leer mensajes evidentes como este) y de las que nos terminamos arrepintiendo sin excepción.
Aquí como en otros muchos aspectos de la vida cotidiana, en las relaciones sentimentales e incluso familiares, la psicología inversa actúa como un poderoso acicate de la acción que queremos evitar; no corresponde lo que queremos decir con la reacción que provoca. Si quiere encender la caja de los truenos, y arruinar un momento por dulce y agradable que esté siendo, atrévase a decir: “me acordé de algo… te lo quiero contar, pero no sé si sea el mejor momento… o si luego te vayas a enfadar, mejor lo hago otro dia...” El nivel de curiosidad de la otra persona puede llegar a un nivel de fijación o ansiedad realmente delirante por saber el “gran secreto” tanto, que ya no habrá armonía ni paz hasta que este no salga a la luz, y con el ambiente tenso que se ha creado quizás sea peor asimilado y se le de más importancia de la que en realidad tiene.
Para ninguna mujer con un poquito de experiencia es un secreto que la mayoría de los hombres no les gusta sentirse “agobiados” demasiadas muestras de cariño, demasiada meloseria o efusividad, demasiada búsqueda, llamadera, asedio o un exagerado interés son capaces de sacar corriendo hasta al más voluntarioso de los hombres. No me interesa entrar en los asquerosos clichés de la estúpida guerra de sexos, supongo que detrás de estas reacciones debe haber poderosas motivaciones psicológicas, históricas genéticas o de simples milenios de mala herencia actuando de la misma manera. No creo que todos los hombres que reaccionan así sean imbéciles, (habrá algunos, pero bueno, los hay en cualquier otra parte también) ni que necesariamente sea un pánico al compromiso. No sé, supongo que cada caso puede tener matices o atenuantes, pero el fondo es que a los hombres (y supongo que a ningún ser humano medio sensato e independiente) no nos gusta sentirnos asediados.
Aquí saldría a relucir de nuevo la “psicología inversa” en el sentido de que el objeto de nuestro deseo se hace más apetecible, y más importante ante nuestros ojos cuando no demuestra tanta necesidad por nuestra presencia para que su vida pueda funcionar de manera óptima, cuando no hace falta estar colmándole cada uno de los vacíos que ella cree tener o tiene de verdad, o siendo partícipes de cada paso que ella de para reafirmar con nuestra compañía su seguridad, o para que ella tenga la certeza que si es amada y hay un verdadero compromiso. En suma, suele ser más atractiva ante nuestros ojos la mujer que parece dueña de su vida, que antes que salvarla a ella, ella también nos puede ayudar a flotar a nosotros, y que entrar en ella requiere un duro trabajo de demolición, y que si un dia no estamos a la altura y no sabemos luchar por ella, la podemos perder con mucha facilidad…eso supone un reto irresistible.
Habrá un tipo de hombre más cercano a los modelos patriarcales tradicionales que quiere encontrar en su pareja una mujer sumisa, dócil, dependiente y donde él venga a ser algo así como su Dios , su luz o su ídolo. Obviamente este tipo no le molestará que lo vivan cubriendo de ofrendas, no le chocará esa incondicionalidad sin reservas, que le salga a las cinco de la mañana con una simple llamada a lidiarle sus penas o sus borracheras si él la requiere, que ella se desviva por él…lo busque incansablemente etc. Pero en circunstancias más equilibradas es un hecho que demostrar demasiado afecto y necesidad al principio de una relación es contraproducente. Y creo que hoy en dia eso funciona igual para los dos.
Cuántas parejas no sufren escenas de reproche cada noche cuando ella quiere hacer el amor, o juguetear o arrumacos y él no quiere nada... está cansado, o prefiere leer, jugar con el computador o ver la tele. O al contrario es él quien espera con ansias el único momento del dia que les queda para los dos, y ella lo mantiene a raya con dilaciones, evasivas justificadas o no, y se va creando un ambiente desagradable para los dos: porque uno se empieza a sentir acosado, o dice que a la otra, o al otro, sólo le interesa el sexo. Y por el contrario la pareja inconforme, se queja de la falta de pasión, de interés y de no sentirse deseado (a) por el otro...
A menos que haya problemas físicos serios, de salud o estrés o depresión fuerte que condicionen la intimidad, a menos que haya otra persona oculta de manera habitual que le robe la energía y el pensamiento a nuestra pareja, si no es así, si sólo es desgaste, mala comunicación y rutina mal digerida, eso se puede resolver con un diálogo calmad
Si usted está tratando de ganar una chica especial que usted debe seguir estos consejos básicos http://recuperar-novia.emuy.info/
Es posible que desee probar, ya que es un método que tiene muy buenas críticas de personas que han tenido éxito!
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Reconocer que tienes una dificultad con la disfunción eréctil es el primer paso en la el alivio, esta es el tratamiento http://mejorarlaereccion.netint.info/?27OQ Una vida sexual robusta es primordial para todos los hombres y aun más si estas en una relación y por este razón indico este programa a cualquier hombre. Mi marido ha sufrido este problema y con la ayuda de este programa ahora nuestras vidas han cambiado, tenemos una vida sexual sana y llena.