La rebelión de los indios tuvo diversas causas religiosas, sociales, políticas y económicas. Los cipayos hacía tiempo que venían acumulando animadversiones contra la Compañía Británica de las Indias Orientales, principalmente por las diferencias étnicas entre los oficiales británicos y las tropas indias.
Por otra parte, los indios no veían con buenos ojos la rápida ocupación de territorios por parte de la Compañía y la introducción de costumbres occidentales que dicha ocupación conllevaba, así como las conversiones de indios al cristianismo. Otro agravio fue la ilegalización de ciertas costumbres religiosas, tanto hindúes como musulmanas, las cuales se consideraban poco civilizadas por parte de los británicos. Por ejemplo, los británicos abolieron el matrimonio entre niños, el Sati (la cremación de las viudas en las piras funerales de sus fallecidos esposos) y el infanticidio de las niñas. Muchos de los esfuerzos de la Compañía Británica de las Indias Orientales se veían con desconfianza. Por ejemplo, la primera locomotora que arrancó de Bombay en 1850 se consideraba como un demonio por parte de los hinduistas. No obstante también había reformistas indios, muy notablemente Raja Ram Mohan Roy, que eran la verdadera fuerza detrás de estas reformas.
La Compañía Británica de las Indias Orientales era una poderosa empresa de exportación cuya fuerza respaldaba gran parte de la colonización británica de la India. El poder de esta empresa llevó 150 años en lograrse. Ya en 1830 la compañía estaba muy activa, al punto que las dádivas a regentes y príncipes indios llegaban a 90.000 libras por año, una gran suma de dinero en aquella época. A través del soborno generalizado a aristócratas indios la Compañía podía operar en los mercados extranjeros a pesar de que las importaciones baratas del sureste de Asia de seda, algodón, y otros productos eran perjudiciales a la economía de esas regiones.
Los británicos crearon la "Doctrina del lapso" (The lapse doctrine, en inglés), como medio de aumentar los territorios bajo control directo británico. Según tal principio, si cualquier terrateniente (sea un rajá o un príncipe) fallecía sin un heredero masculino, sus territorios pasaban automáticamente a formar parte de la Compañía Británica de las Indias Orientales; inclusive si el difunto tenía un heredero por adopción, éste no era reconocido por la autoridad británica. Tampoco permitían los británicos que el terrateniente legase sus territorios a un tercero ajeno a su familia. Lord Dalhousie utilizó esta doctrina para tomar posesión de diversos reinos, entre ellos Pune, Nagpur y Jhansi, lo que movió a sus derrocados regentes locales a unirse a las tropas rebeldes. En ocho años, James Andrew Broun-Ramsay, Primer Marqués de Dalhousie y Gobernador General de la India anexó 650.000 km² de territorio a la Compañía, en detrimento de diversos terratenientes y rajás.
Los cipayos eran soldados indios que servían en el ejército de la Compañía bajo el mando de oficiales británicos. Estos oficiales eran entrenados en escuelas de guerra que tenía la Compañía en Inglaterra. Los enclaves de la Compañía en Bombay, Madrás y Bengala mantenían sus propios ejércitos con sus propios comandantes-en-jefe y tenían mayor contingente de tropas que el ejército del Imperio Británico. En 1857 había 257.000 cipayos. y a los soldados británicos se les conocía como Casacas rojas
Los cipayos también estaban descontentos con varios aspectos de la vida militar. Si bien no estaban sujetos a ciertas normas exclusivas de los soldados británicos (como el castigo de azotes con látigo), la paga era relativamente baja y gozaban de pocas prestaciones. Cuando los británicos conquistaron Awadh y Punjab, los cipayos no recibieron la paga extra que representaba servir en estas regiones, por cuanto ya no se consideraban como misiones extranjeras.
El detonante de la rebelión fue, sin embargo, un nuevo fusil de avancarga. En efecto, por esta época el ejército fue armado con el fusil Enfield Modelo 1853. El cartucho de papel que utilizaba este fusil estaba cubierto por una membrana engrasada que debía rasgarse con los dientes para poder cargarlo en el fusil. Circulaba el rumor que esa grasa provenía de vacas o de cerdos, algo ofensivo tanto para los soldados hindúes como para los musulmanes, dado que consideraban el consumo de cualquier producto derivado de la vaca o el cerdo como algo prohibido por sus principios religiosos. Los británicos alegaron que la grasa no era de animales y trataron que los indios prepararan su propia grasa de abejas o vegetales. No obstante el rumor persistió. Inclusive se estableció un nuevo procedimiento mediante el cual el cartucho podía ser rasgado, no con los dientes, sino con las manos.
Answers & Comments
Verified answer
La rebelión de los indios tuvo diversas causas religiosas, sociales, políticas y económicas. Los cipayos hacía tiempo que venían acumulando animadversiones contra la Compañía Británica de las Indias Orientales, principalmente por las diferencias étnicas entre los oficiales británicos y las tropas indias.
Por otra parte, los indios no veían con buenos ojos la rápida ocupación de territorios por parte de la Compañía y la introducción de costumbres occidentales que dicha ocupación conllevaba, así como las conversiones de indios al cristianismo. Otro agravio fue la ilegalización de ciertas costumbres religiosas, tanto hindúes como musulmanas, las cuales se consideraban poco civilizadas por parte de los británicos. Por ejemplo, los británicos abolieron el matrimonio entre niños, el Sati (la cremación de las viudas en las piras funerales de sus fallecidos esposos) y el infanticidio de las niñas. Muchos de los esfuerzos de la Compañía Británica de las Indias Orientales se veían con desconfianza. Por ejemplo, la primera locomotora que arrancó de Bombay en 1850 se consideraba como un demonio por parte de los hinduistas. No obstante también había reformistas indios, muy notablemente Raja Ram Mohan Roy, que eran la verdadera fuerza detrás de estas reformas.
La Compañía Británica de las Indias Orientales era una poderosa empresa de exportación cuya fuerza respaldaba gran parte de la colonización británica de la India. El poder de esta empresa llevó 150 años en lograrse. Ya en 1830 la compañía estaba muy activa, al punto que las dádivas a regentes y príncipes indios llegaban a 90.000 libras por año, una gran suma de dinero en aquella época. A través del soborno generalizado a aristócratas indios la Compañía podía operar en los mercados extranjeros a pesar de que las importaciones baratas del sureste de Asia de seda, algodón, y otros productos eran perjudiciales a la economía de esas regiones.
Los británicos crearon la "Doctrina del lapso" (The lapse doctrine, en inglés), como medio de aumentar los territorios bajo control directo británico. Según tal principio, si cualquier terrateniente (sea un rajá o un príncipe) fallecía sin un heredero masculino, sus territorios pasaban automáticamente a formar parte de la Compañía Británica de las Indias Orientales; inclusive si el difunto tenía un heredero por adopción, éste no era reconocido por la autoridad británica. Tampoco permitían los británicos que el terrateniente legase sus territorios a un tercero ajeno a su familia. Lord Dalhousie utilizó esta doctrina para tomar posesión de diversos reinos, entre ellos Pune, Nagpur y Jhansi, lo que movió a sus derrocados regentes locales a unirse a las tropas rebeldes. En ocho años, James Andrew Broun-Ramsay, Primer Marqués de Dalhousie y Gobernador General de la India anexó 650.000 km² de territorio a la Compañía, en detrimento de diversos terratenientes y rajás.
Los cipayos eran soldados indios que servían en el ejército de la Compañía bajo el mando de oficiales británicos. Estos oficiales eran entrenados en escuelas de guerra que tenía la Compañía en Inglaterra. Los enclaves de la Compañía en Bombay, Madrás y Bengala mantenían sus propios ejércitos con sus propios comandantes-en-jefe y tenían mayor contingente de tropas que el ejército del Imperio Británico. En 1857 había 257.000 cipayos. y a los soldados británicos se les conocía como Casacas rojas
Los cipayos también estaban descontentos con varios aspectos de la vida militar. Si bien no estaban sujetos a ciertas normas exclusivas de los soldados británicos (como el castigo de azotes con látigo), la paga era relativamente baja y gozaban de pocas prestaciones. Cuando los británicos conquistaron Awadh y Punjab, los cipayos no recibieron la paga extra que representaba servir en estas regiones, por cuanto ya no se consideraban como misiones extranjeras.
El detonante de la rebelión fue, sin embargo, un nuevo fusil de avancarga. En efecto, por esta época el ejército fue armado con el fusil Enfield Modelo 1853. El cartucho de papel que utilizaba este fusil estaba cubierto por una membrana engrasada que debía rasgarse con los dientes para poder cargarlo en el fusil. Circulaba el rumor que esa grasa provenía de vacas o de cerdos, algo ofensivo tanto para los soldados hindúes como para los musulmanes, dado que consideraban el consumo de cualquier producto derivado de la vaca o el cerdo como algo prohibido por sus principios religiosos. Los británicos alegaron que la grasa no era de animales y trataron que los indios prepararan su propia grasa de abejas o vegetales. No obstante el rumor persistió. Inclusive se estableció un nuevo procedimiento mediante el cual el cartucho podía ser rasgado, no con los dientes, sino con las manos.
Por allá por los años de 1857-1858 y en plena vigencia del infame Imperio Británico ocurrió en tierras de la India un alzamiento contra la opresión inglesa que la historia denomino “La Rebelión de los Cipayos”, la misma tuvo una diversidad de causas polÃticas, sociales y económicas pero en esencia se trato de una revuelta en contra de la dominación militar del imperio ingles y de las practicas comerciales y explotadoras de la poderosa CompañÃa Británica de la Indias Orientales. Para cumplir con su objetivo de dominación polÃtica y expoliación económica dicha compañÃa tenia a su disposición un ejercito de soldados hindúes a los que llamaron “Cipayos” que según algunos escritores de la época llego a tener mas de 200 mil integrantes, fueron comandados exclusivamente por oficiales militares ingleses y su función era la de mantener las polÃticas de explotación de recursos implantadas a sangre y fuego desde que los ingleses llegaron a la India en la década de 1750.