cuales son los ingredientes que vienen en las etiquetas del tocino y jamon......... tienen conservadores, sal y que otros ingredietnes les pones, por ejemplo los de fud, bafar, eltc..
alguien sabe cuales son esos ingredietnes??
saludos........
Copyright © 2024 ANSWERS.MX - All rights reserved.
Answers & Comments
Verified answer
el tocino esta hecho con la piel del cerdo en presencia de ingredientes y aditivos como eritorbatos, fosfatos, ajo, comino, nitritos y nitratos
Tocino:
-Esta receta se la dio mi tia Balbina Gala, que tenía una tienda de tejidos en Cangas de Onís, a mi padre, q.e.p.d., para que la usara en su restaurante Horno de Santa Teresa de Madrid. El éxito fue tan rotundo que rara era la semana que Dª Carmen Polo de Franco no encargaba un par de docenas para epatar a sus invitados en el Palacio de El Pardo (connotaciones políticas aparte, en aquellos años servir a la Casa de su Excelencia, era la mayor distinción nacional a la que profesional alguno podía aspirar), y así se mantuvo inamovible hasta el día de hoy (el cocinero que teníamos, abrió su propio local y la sigue haciendo del mismo modo).
A pesar de ser un postre típico asturiano, su origen es andaluz ya que lo preparaban las monjas con las yemas que los bodegueros les regalaban como resultado de clarificación de los vinos (antiguamente, y aún hay bodegas como Muga que lo mantienen, el vino se filtraba y abrillantaba añadiendo claras de huevo batidas, a las que se pegaban las impurezas, de ahí que en cada proceso de aclarado o clarificación, resultasen cientos de docenas de yemas inservibles que solía regalarse a los conventos), por eso también es típico de La Rioja.
Vamos con la receta, que se las trae.
Preparamos un almíbar calentando en un cazo el azúcar con el agua. Debe interrumpirse justo en el momento en que empieza a coger color. Se deja enfriar hasta que pueda tocarse fácilmente con el dedo (si se deja enfriar del todo puede quedar demasiado espeso y a más de 60ª, cuajaría los huevos).
Mientras, batimos las yemas que habremos separado sin demasiado rigor, de hecho en algunas recetas recomiendan dejar algunos huevos enteros, tres o cuatro por cada docena, es cuestión de probar y elegir la forma que más nos guste.
Una vez bien batidos y sin dejar de remover, incorporamos el almíbar al hilo, es decir, que mientras uno remueve los huevos, un ayudante nos va echando el sirope muy lentamente, casi gota a gota, como en un hilo. Es un coñazo, desde luego, pero o se hace así, o a lo bestia, como los industriales, añadiendo gelatina y usando batidoras eléctricas, pero ya de machacar el régimen (un solo flanecillo tiene más calorías que tres platos de fabada), pues que por lo menos que esté divino.
Se cuela para retirar los grumos y se vierte en los moldes, en los que previamente habremos untado el fondo con un poco de caramelo (no jueguen con el azúcar porque las proporciones no perdonan, así que no intenten aprovechar el almíbar anterior, hagan uno nuevo a punto de caramelo ¡Ah! y por supuesto, no usen esa porquerías industriales que venden en frasco, sería como poner Ketchup a un solomillo de xatu culón). En mi casa usaban los típicos moldes de flan individual, pero yo recomiendo los que son más pequeños y con revestimiento de Teflón, se agradece a la hora de desmoldar.
Para cocer se ponen al baño María durante 45 minutos.
Dicho así, parece fácil, pero es un marrón de aquí te espero, porque el agua, al hervir, puede entrar en los moldes y arruinar la mezcla, de modo que debe llegar solo a media altura. Lo más cómodo es cubrirlos con papel de aluminio y tapar la cazuela del baño con un paño para que mantenga el calor, así como procurar que el fuego sea lo justo para el agua hierva, pero no a lo bestia.
Para comprobar que están cuajados, se pincha con un cuchillo y si sale limpio, listo, si sale pringado de huevo, es que la hemos cagado, porque será difícil que logremos el cuajado, pero bueno, hay que insistir.
Lo único bueno de esta maldita receta es que, una vez hechos, se pueden conservar en la nevera (sin sacar de los moldes) durante una semana, de hecho, antes de desmoldar, deben reposar por lo menos toda una noche.
Un bromita de postre, vaya, eso sí, como decía un castizo: “Si en el cielo el tocino está así de bueno ¡como estará el jamón!"
Jamon:
-La Gran seca o la gran “remojá”. Esta es una frase típica de mi madre que yo he aplicado no hace mucho a mi marido. Y es que hay que seguir los consejos médicos, sí, pero SEGUIRLOS, no hacer verdaderas burradas.
A la última boda que fuimos el señor se quejó de que la comida estaba sosa, hace unas cuantas semanas se echaba las manos a la cabeza y hacía unas muecas rarísimas por el simple hecho de que no me acordé de echarle sal a unos esparraguitos verdes (yo me los comí tan a gusto, estoy acostumbrada a comer con poquita sal).
De repente un día empezó a sentirse mal y se mareaba. Normal, le sobran unos cuantos quilos y comer con mucha sal a base de carnes rojas, no probar el pescado y beber cerveza a mansalva no podía ser beneficioso de ninguna de las maneras. Además, picotear a todas horas tampoco es muy saludable, que digamos :(((((.
Hizo lo que no se debe hacer jamás, algo que le podía haber acarreado muchísimos más problemas de salud además de poner en riesgo su vida. Afortunadamente nos dimos cuenta a tiempo, por que había dejado de comer. Su “dieta” consistía en una ensaladita al día y agua. En menos de dos semanas perdió más de 14 quilos (oye, que por mucho sobrepeso que se tenga es una auténtica burrada)
Total, que el gran susto, al marearse completamente, le ha llevado a seguir a rajatabla los consejos médicos, a no probar el alcohol, a comer sin sal (ni una pizca) y a comprar productos que en mi vida lo había visto comer.
Ahora le encanta todo sin sal, a la planchita, adora el pescado, se ha hecho aficionado a los distintos tipos de vinagre (para darle gusto a las ensaladas) y adora el pollo y el pavo a la plancha. Increíble, yo es que no me lo creo, y es que hace pocos meses se burlaba de mí diciendo que aquello era insípido, sin gusto, total, poco menos que horripilante.
Y aquí viene la opinión del producto (que ya me estaba yo andando por las ramas jejeje)
Lo compremos el otro día, es una pieza mini (440 gramos) de jamón de Pavo de la marca Campofrío y se puede comer de muchísimas formas, dándole un toque distinto a las ensaladas de arroz, de pasta, de patata...
Ahora siempre hay uno en la nevera, y para un apurillo a modo de cena o comida rápida, lo preparo también a la plancha, acompañado de un tomatito abierto o como acompañamiento a un buen plato de verdura.
Viene en una sola pieza, así que puedes cortarlo al gusto. A mí me gusta más bien gruesito, por que al ser tan suave en sabor por lo menos le noto algo de textura.
Una vez abierto el envase os aconsejo consumirlo en dos o tres días para que no se estropee.
Los amantes de la comida grasienta, de los embutidos con mucho sabor o salados, abstenerse de comprar este producto por que no os sabrá a nada.
Los que se han pasado al otro bando por salud, tienen un sustituto para quitarse un poco el “mono”, pero tampoco puede compararse con el jamón dulce tradicional (aún es más insípido),
A mí, que soy de las que normalmente “intento” comer sano no me desagrada, pero tampoco salto en su busca cuando estoy hambrienta. Prefiero una pechuga de pavo o pollo a la plancha de mi carnicería habitual, o por qué no decirlo, una buena doradita al horno o un buen filete a la brasa..
En definitiva, un producto más para la gente que tiene que seguir una dieta, pero no el único. Que no hay que pasarse, que la vida está para comerse un heladito de vez en cuando o una cervecita si nos apetece. Saltar de un extremo al otro no es bueno. Lo importante es “SABER COMER” y somos muy afortunados al tener nuestra cocina mediterranea
mmmm creo que ingrediente número 1 es el pavo
de pavo?....jajajaja...no se.... saludines