Cuando Urquiza recibe en el Protocolo de Palermo(1852) las Relaciones Exteriores, decide reunir a los gobernadores para un Congreso Nacional en San Nicolás. En San Nicolás (1852) es nombrado Director provisional, general de la Confederación y anuncia el Congreso Constituyente integrado x 2 diputados x c/provincia para organizar el país, abolición de derechos de tránsito sobre las mercaderías que pasaban x la aduana y creación del cargo de Director Provisorio de la Confederación Argentina que recayó en Urquiza, confirmando el manejo de las Relaciones Exteriores otorgado anteriormente. Estas atribuciones incluían reglamentar la libre navegabilidad de los ríos interiores, el correo promulgar y hacer cumplir la Constitución a sancionarse en el Congreso convocado.
Este Acuerdo fue ratificado por todas las provincias menos x Bs As. Cuando la Constitución es sancionada, Bs As consuma su secesión, desconociéndola.
La noticia de lo resuelto en San Nicolás agitó el localismo porteño que era contrario a aceptar la convención de gobernadores, no querían la igualdad de las provincias con 2 diputados sin tener en cuenta la cantidad de población, ní el aporte de la aduana para sostener las autoridades nacionales y a los poderes otorgados a Urquiza.
DESARROLLO
Urquiza decide intervenir en Bs As con tropas avanzando desde Palermo, disolvió la Legislatura porteña, repuso a su gobernador López y Planes en el cargo y como éste renunció, Urquiza asumió el gobierno de Bs As.
Dispone la convocatoria del Congreso, ahbilitó las aduanas de otras provincias y partió a Santa Fe para inicar las sesiones del Congreso.
Es entonces cuando Mitre encabeza la revolución del 11 de setiembre que restablece la Legisltaura disuelta y entrega el poder ejectivo de la prov de Bs As al general Pinto. La revolución mantenía la alianza de dos grupos porteños: el nacionalista y el aislacionista.
La proclama de Mitre da sentido al movimiento: dice defender el pacto fedrativo, la orgnaización nacional y adminsitrativa, sin hombre que se imponga x la fuerza y proclama la democracia y el rechazo de cualquier tiranía.
Esta revolución implica la ruptura con Urquiza, desconoce el Congreso Constituyente como autoridad válida (sin aceptar su base que es el Acuerdo de San Nicolás).
CONSECUENCIAS: Mitre (Bs As) le retira a Urquiza el manejo de las Relaciones Exteriores y es Buenos Aires quien las asume.
Esto lleva a la segregación de Bs As (secesión de Bs As), que se hace efectiva.
Triunfa la tendencia aislacionista de Alsina que proclama a Bs As un estado con soberanía interior y exterior. El grupo Nacionalista de Mitre propuso otro texto donde BA tenía carácter provincial.
Los revolucionarios contaron con el apoyo de la población, enterado de ésto Urquiza, decidió no marchar nuevamente sobre Bs As. Además, tuvo en cuenta que Bs As contaba con amplios recursos para solventarse por sí misma.
En este contexto crítico, un militar de treinta años que volvía de su periplo por Uruguay, Bolivia y Chile, Bartolomé Mitre, quiso hacerse portavoz de una ciudad y una provincia que no querían renunciar a su autonomía. En nombre de la "causa de la libertad", Mitre se presentaba como el joven héroe porteño. La presencia de Mitre reflejaba el renacimiento de la vida política porteña, ausente durante los últimos veinte años de dominación rosista. La guerra entre Urquiza y los hombres de Buenos Aires estaba declarada a partir de los acalorados sucesos de junio. Volvían a reflotar los temores e inquinas entre porteños y provincianos, larvados pero no desaparecidos durante la etapa rosista.
Si bien su gobierno no fue opresivo, los actos del gobierno personal de Urquiza provocaban la enemistad entre las complejas facciones políticas de Buenos Aires. A principios de agosto convocó a elecciones en la provincia para elegir a dos diputados que debían representar a Buenos Aires en el Congreso Constituyente. Los candidatos, indicados por Urquiza, eran Salvador María del Carril y Eduardo Lahitte. Otras medidas de este gobierno fueron la devolución de los bienes de Rosas a su abogado; la suscripción de dos tratados, uno de navegación y límites con Paraguay, y otro de comercio y navegación con Portugal; y la fijación de normas para el tráfico de ganado y su venta en la provincia, y de tarifas aduaneras (1).
Dos decretos dictados por Urquiza el 28 y 31 de agosto de 1852 incentivaron aún más la disidencia porteña. Por el primero, se abrían los ríos interiores. Además de la aduana de ultramar ya existente en Buenos Aires, se crearon otras de registros en Martín García, y las de Corrientes, Paraná, Concepción del Uruguay y Rosario, villa esta última declarada ciudad por impulso del propio Urquiza el 5 de agosto de dicho año. Por el decreto del 31, se suprimió un derecho diferencial del 25% que Buenos Aires cobraba desde marzo de 1836 a los efectos ultramarinos llegados de Montevideo por reembarco o transbordo (2).
Creyendo que tenía el control de Buenos Aires y que ésta aceptaría su programa de organización nacional, el 3 de septiembre de 1852 Urquiza designó provisoriamente como gobernador de Buenos Aires al general José Miguel Galán, y el 8 abandonó la ciudad para la apertura de las sesiones del Congreso Constituyente en Santa Fe. En esas circunstancias, los elementos localistas porteños, dirigidos desde la Legislatura por Valentín Alsina, decidieron aprovechar la ausencia de Urquiza y sublevaron parte de las tropas urbanas. Pronto la ocupación entrerriano-correntina de Buenos Aires se hizo insostenible. El 11 de septiembre un exitoso alzamiento, conducido por Lorenzo Torres y alimentado por los opositores de junio e incluso militares del ejército de la Confederación que se pasaron al bando porteño en ausencia de Urquiza, echó por tierra los intentos del director provisorio de controlar la provincia. El 22 del mismo mes, la Legislatura porteña sancionó una ley -promulgada al día siguiente por el gobernador- que disponía el cese del otorgamiento de la conducción de las relaciones exteriores de la provincia a Urquiza; el compromiso de Buenos Aires "en sus relaciones con las potencias extranjeras" de observar las obligaciones de los tratados y del derecho internacional, y la comunicación de que "mientras no se constituya una autoridad nacional que represente a la República en el exterior", el tesoro provincial no pagaría ningún gasto de legación ante potencias extranjeras (3). El movimiento disidente, con apoyo popular en la ciudad, se afirmó también en la campaña, favorecido por la adhesión de algunos generales como José María Flores y Ramón Bustos, y por la desmoralización de las tropas de Galán que se habían retirado de Palermo al estallar la revuelta. El gobierno de Buenos Aires desafiaba abiertamente al de la Confederación tanto en términos de política interna como externa.
Inmediatamente, los hombres de Buenos Aires encargaron a un viejo personaje del antirrosismo, el general José María Paz, la misión de explicar a las provincias los alcances del levantamiento del 11 de septiembre y obtener su adhesión. Partió Paz el 16 de octubre, pero no logró llevar a cabo su cometido pues las provincias de Santa Fe y Córdoba impidieron el paso del comisionado cordobés, portavoz de los intereses porteños. Las provincias apoyaban a Urquiza y la "revolución" de septiembre quedó circunscripta a Buenos Aires.
Vale aclarar que el éxito de la secesión de Buenos Aires del 11 de septiembre no ocultaba sin embargo diferencias entre los distintos sectores de la ciudad y la campaña, más allá de su común resistencia a la autoridad del entrerriano Urquiza. Como aclara Halperín Donghi,
La causa de Buenos Aires no era idéntica para los jefes de frontera, para las clases propietarias, para la nueva opinión urbana movilizada por los dirigentes surgidos en junio. Esta última identificaba, en efecto, la causa de Buenos Aires c
Buenos Aires es la capital de Argentina y una gran metrópoli de carácter cosmopolita que se ha convertido en una de las ciudades más importantes de Latinoamérica; descúbrelo aquí https://tr.im/1XUT7 . Buenos Aires es una ciudad moderna que ha sabido conservar sus antiguas tradiciones y algunos de sus entrañables rincones, componiendo un sitio capaz de sorprender y enamorar a sus visitantes. En las salas de este museo podrás apreciar el mayor patrimonio de pinturas y esculturas del país con obras de diferentes artistas como: Berni, Spilimbergo, De la Cárcova, Picasso, Monet, Goya y muchos más. En esta ciudad además podrás visitar un museo inédito, el Museo de Arte Decorativo que se encuentra en uno de los palacios mejor conservado de la ciudad de Buenos Aires, un palacio que perteneció a la grupo Errázuriz Alvear y en que podrás ver una colección de arte de los propietarios del palacio, como: muebles antiguos, esculturas, pinturas y otros exponentes de las artes decorativas.
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CAUSAS:
Cuando Urquiza recibe en el Protocolo de Palermo(1852) las Relaciones Exteriores, decide reunir a los gobernadores para un Congreso Nacional en San Nicolás. En San Nicolás (1852) es nombrado Director provisional, general de la Confederación y anuncia el Congreso Constituyente integrado x 2 diputados x c/provincia para organizar el país, abolición de derechos de tránsito sobre las mercaderías que pasaban x la aduana y creación del cargo de Director Provisorio de la Confederación Argentina que recayó en Urquiza, confirmando el manejo de las Relaciones Exteriores otorgado anteriormente. Estas atribuciones incluían reglamentar la libre navegabilidad de los ríos interiores, el correo promulgar y hacer cumplir la Constitución a sancionarse en el Congreso convocado.
Este Acuerdo fue ratificado por todas las provincias menos x Bs As. Cuando la Constitución es sancionada, Bs As consuma su secesión, desconociéndola.
La noticia de lo resuelto en San Nicolás agitó el localismo porteño que era contrario a aceptar la convención de gobernadores, no querían la igualdad de las provincias con 2 diputados sin tener en cuenta la cantidad de población, ní el aporte de la aduana para sostener las autoridades nacionales y a los poderes otorgados a Urquiza.
DESARROLLO
Urquiza decide intervenir en Bs As con tropas avanzando desde Palermo, disolvió la Legislatura porteña, repuso a su gobernador López y Planes en el cargo y como éste renunció, Urquiza asumió el gobierno de Bs As.
Dispone la convocatoria del Congreso, ahbilitó las aduanas de otras provincias y partió a Santa Fe para inicar las sesiones del Congreso.
Es entonces cuando Mitre encabeza la revolución del 11 de setiembre que restablece la Legisltaura disuelta y entrega el poder ejectivo de la prov de Bs As al general Pinto. La revolución mantenía la alianza de dos grupos porteños: el nacionalista y el aislacionista.
La proclama de Mitre da sentido al movimiento: dice defender el pacto fedrativo, la orgnaización nacional y adminsitrativa, sin hombre que se imponga x la fuerza y proclama la democracia y el rechazo de cualquier tiranía.
Esta revolución implica la ruptura con Urquiza, desconoce el Congreso Constituyente como autoridad válida (sin aceptar su base que es el Acuerdo de San Nicolás).
CONSECUENCIAS: Mitre (Bs As) le retira a Urquiza el manejo de las Relaciones Exteriores y es Buenos Aires quien las asume.
Esto lleva a la segregación de Bs As (secesión de Bs As), que se hace efectiva.
Triunfa la tendencia aislacionista de Alsina que proclama a Bs As un estado con soberanía interior y exterior. El grupo Nacionalista de Mitre propuso otro texto donde BA tenía carácter provincial.
Los revolucionarios contaron con el apoyo de la población, enterado de ésto Urquiza, decidió no marchar nuevamente sobre Bs As. Además, tuvo en cuenta que Bs As contaba con amplios recursos para solventarse por sí misma.
En este contexto crítico, un militar de treinta años que volvía de su periplo por Uruguay, Bolivia y Chile, Bartolomé Mitre, quiso hacerse portavoz de una ciudad y una provincia que no querían renunciar a su autonomía. En nombre de la "causa de la libertad", Mitre se presentaba como el joven héroe porteño. La presencia de Mitre reflejaba el renacimiento de la vida política porteña, ausente durante los últimos veinte años de dominación rosista. La guerra entre Urquiza y los hombres de Buenos Aires estaba declarada a partir de los acalorados sucesos de junio. Volvían a reflotar los temores e inquinas entre porteños y provincianos, larvados pero no desaparecidos durante la etapa rosista.
Si bien su gobierno no fue opresivo, los actos del gobierno personal de Urquiza provocaban la enemistad entre las complejas facciones políticas de Buenos Aires. A principios de agosto convocó a elecciones en la provincia para elegir a dos diputados que debían representar a Buenos Aires en el Congreso Constituyente. Los candidatos, indicados por Urquiza, eran Salvador María del Carril y Eduardo Lahitte. Otras medidas de este gobierno fueron la devolución de los bienes de Rosas a su abogado; la suscripción de dos tratados, uno de navegación y límites con Paraguay, y otro de comercio y navegación con Portugal; y la fijación de normas para el tráfico de ganado y su venta en la provincia, y de tarifas aduaneras (1).
Dos decretos dictados por Urquiza el 28 y 31 de agosto de 1852 incentivaron aún más la disidencia porteña. Por el primero, se abrían los ríos interiores. Además de la aduana de ultramar ya existente en Buenos Aires, se crearon otras de registros en Martín García, y las de Corrientes, Paraná, Concepción del Uruguay y Rosario, villa esta última declarada ciudad por impulso del propio Urquiza el 5 de agosto de dicho año. Por el decreto del 31, se suprimió un derecho diferencial del 25% que Buenos Aires cobraba desde marzo de 1836 a los efectos ultramarinos llegados de Montevideo por reembarco o transbordo (2).
Creyendo que tenía el control de Buenos Aires y que ésta aceptaría su programa de organización nacional, el 3 de septiembre de 1852 Urquiza designó provisoriamente como gobernador de Buenos Aires al general José Miguel Galán, y el 8 abandonó la ciudad para la apertura de las sesiones del Congreso Constituyente en Santa Fe. En esas circunstancias, los elementos localistas porteños, dirigidos desde la Legislatura por Valentín Alsina, decidieron aprovechar la ausencia de Urquiza y sublevaron parte de las tropas urbanas. Pronto la ocupación entrerriano-correntina de Buenos Aires se hizo insostenible. El 11 de septiembre un exitoso alzamiento, conducido por Lorenzo Torres y alimentado por los opositores de junio e incluso militares del ejército de la Confederación que se pasaron al bando porteño en ausencia de Urquiza, echó por tierra los intentos del director provisorio de controlar la provincia. El 22 del mismo mes, la Legislatura porteña sancionó una ley -promulgada al día siguiente por el gobernador- que disponía el cese del otorgamiento de la conducción de las relaciones exteriores de la provincia a Urquiza; el compromiso de Buenos Aires "en sus relaciones con las potencias extranjeras" de observar las obligaciones de los tratados y del derecho internacional, y la comunicación de que "mientras no se constituya una autoridad nacional que represente a la República en el exterior", el tesoro provincial no pagaría ningún gasto de legación ante potencias extranjeras (3). El movimiento disidente, con apoyo popular en la ciudad, se afirmó también en la campaña, favorecido por la adhesión de algunos generales como José María Flores y Ramón Bustos, y por la desmoralización de las tropas de Galán que se habían retirado de Palermo al estallar la revuelta. El gobierno de Buenos Aires desafiaba abiertamente al de la Confederación tanto en términos de política interna como externa.
Inmediatamente, los hombres de Buenos Aires encargaron a un viejo personaje del antirrosismo, el general José María Paz, la misión de explicar a las provincias los alcances del levantamiento del 11 de septiembre y obtener su adhesión. Partió Paz el 16 de octubre, pero no logró llevar a cabo su cometido pues las provincias de Santa Fe y Córdoba impidieron el paso del comisionado cordobés, portavoz de los intereses porteños. Las provincias apoyaban a Urquiza y la "revolución" de septiembre quedó circunscripta a Buenos Aires.
Vale aclarar que el éxito de la secesión de Buenos Aires del 11 de septiembre no ocultaba sin embargo diferencias entre los distintos sectores de la ciudad y la campaña, más allá de su común resistencia a la autoridad del entrerriano Urquiza. Como aclara Halperín Donghi,
La causa de Buenos Aires no era idéntica para los jefes de frontera, para las clases propietarias, para la nueva opinión urbana movilizada por los dirigentes surgidos en junio. Esta última identificaba, en efecto, la causa de Buenos Aires c
Buenos Aires es la capital de Argentina y una gran metrópoli de carácter cosmopolita que se ha convertido en una de las ciudades más importantes de Latinoamérica; descúbrelo aquí https://tr.im/1XUT7 . Buenos Aires es una ciudad moderna que ha sabido conservar sus antiguas tradiciones y algunos de sus entrañables rincones, componiendo un sitio capaz de sorprender y enamorar a sus visitantes. En las salas de este museo podrás apreciar el mayor patrimonio de pinturas y esculturas del país con obras de diferentes artistas como: Berni, Spilimbergo, De la Cárcova, Picasso, Monet, Goya y muchos más. En esta ciudad además podrás visitar un museo inédito, el Museo de Arte Decorativo que se encuentra en uno de los palacios mejor conservado de la ciudad de Buenos Aires, un palacio que perteneció a la grupo Errázuriz Alvear y en que podrás ver una colección de arte de los propietarios del palacio, como: muebles antiguos, esculturas, pinturas y otros exponentes de las artes decorativas.