"17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos." (Mateo 5:17-20)
Viendo Jesus la gran multitud que le seguía subió al monte para poder hablarles en lo que se conoce como El Sermón del Monte. Entre sus seguidores habían muchos que amaban a Jesús y muchos más que lo perseguían y querían su muerte. Entre estos estaban los fariseos, escribas y otros.
Los fariseos creían en la inmortalidad del alma, el castigo eterno de los malvados y la resurrección de los justos. Abogaban por el cumplimiento riguroso de la ley oral mosaica. Se enfrentaban con la opinión de los saduceos que negaban la validez de la ley oral. Los escribas era una clase de hombres a quienes se había instruido en la Ley. Hicieron del estudio sistemático y de la explicación de la Ley su ocupación. Se les contaba entre los maestros de la Ley o los versados en ella. (Lu 5:17; 11:45.) Por lo general pertenecían a la secta religiosa de los fariseos, pues este grupo reconocía las interpretaciones o “tradiciones” de los escribas, que con el transcurso del tiempo habían llegado a ser un laberinto desconcertante de reglas minuciosas y técnicas. La expresión “escribas de los fariseos” aparece varias veces en las Escrituras. (Mr 2:16; Lu 5:30; Hch 23:9.) Este hecho puede indicar que algunos escribas eran saduceos, que creían solo en la Ley escrita, mientras que los escribas de los fariseos defendían con celo tanto la Ley como las tradiciones orales que se habían ido acumulando, ejerciendo una influencia aún mayor que los sacerdotes en la conciencia popular. Los escribas se encontraban sobre todo en Jerusalén, aunque también se les podía hallar por toda Palestina y en otras tierras entre los judíos. (Mt 15:1; Mr 3:22; compárese con Lu 5:17.) La gente respetaba a los escribas y los llamaba “Rabí” (gr. rhab·béi, “Mi Grande; Mi Excelso”; del heb. rav, que significa “muchos”, “grande”; era un título de respeto que se usaba para dirigirse a los maestros). Este término se aplica en varios lugares de las Escrituras a Cristo. En Juan 1:38 se dice que significa “Maestro”. Jesús era, de hecho, el maestro de sus discípulos, pero les prohibió que codiciaran esa designación o que se la aplicaran como título (Mt 23:8), como hacían los escribas. (Mt 23:2, 6, 7.) Condenó a los escribas de los judíos y a los fariseos porque habían hecho añadiduras a la Ley y habían ideado subterfugios para burlarla, de modo que les dijo: “Han invalidado la palabra de Dios a causa de su tradición”. Mostró un ejemplo de ello: permitían que alguien que tenía que ayudar a su padre o a su madre no lo hiciera so pretexto de que lo que poseía para ayudar a sus padres era un don dedicado a Dios. (Mt 15:1-9; Mr 7:10-13)
Jesús declaró que los escribas, al igual que los fariseos, habían convertido la Ley en una carga para la gente al saturarla de sus añadiduras. Además, como clase, no le tenían ningún amor a la gente ni deseo de ayudarla, no estaban dispuestos ni siquiera a mover un dedo para aliviar sus cargas. Amaban los aplausos de los hombres y los títulos altisonantes. Su religión era solo una fachada, un ritual, que encubría su hipocresía. Jesús mostró lo difícil que sería para ellos obtener el favor de Dios debido a su actitud y sus prácticas, diciéndoles: “!!Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?”. (Mt 23:1-33.) Los escribas tenían una gran responsabilidad, puesto que conocían la Ley. Sin embargo, habían quitado la llave del conocimiento. No se contentaban con rechazar a Jesús, de quien testificaban sus Escrituras, sino que se hicieron más reprensibles al intentar impedir por todos los medios que nadie lo reconociera o siquiera lo escuchara. (Lu 11:52; Mt 23:13; Jn 5:39; 1Te 2:14-16.)
Los escribas no solo eran responsables como “rabíes” de las aplicaciones teóricas de la Ley y de la enseñanza de esta, sino que también poseían autoridad judicial para dictar sentencias en tribunales de justicia. Había escribas en el tribunal supremo judío, el Sanedrín. (Mt 26:57; Mr 15:1.) No recibían ningún pago por juzgar, y la Ley prohibía los regalos y los sobornos. Puede ser que algunos rabíes poseyeran riquezas heredadas, pero casi todos tenían un oficio, del que se enorgullecían, puesto que les permitía mantenerse al margen de su servicio religioso. Aunque no estaba permitido remunerarles por su labor judicial, es posible que esperaran y recibieran pago por enseñar la Ley. Esto se puede inferir de lo que dijo Jesús cuando advirtió a las muchedumbres de la avaricia de los escribas y también cuando habló del asalariado a quien no le importan las ovejas. (Mr 12:37-40; Jn 10:12, 13.) Pedro escribió que los pastores cristianos no deberían obtener ganancia de sus puestos de responsabilidad. (1Pe 5:2, 3.)
"3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. 4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. 5 Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; 6 y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, 7 y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. 8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. 13 Mas !!ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. 14 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. 16 !!Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. 17 !!Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? 18 También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. 19 !!Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? 20 Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él; 21 y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita; 22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él. 23 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. 24 !!Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! 25 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. 26 !!Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. 27 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. 29 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. 31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. 32 !!Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! 33 !!Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? 34 Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; 35 para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. 36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación." (Mateo 23:3-36)
En este capítulo vemos por qué Jesús acusa a escribas y fariseos. Los acusó de respetar más la letra que el espíritu de la ley (Mateo 23:2-4) y de sustituir la palabra de Dios por la tradición (Mateo 15:1-9). Se enfrentaron con éste, rechazando la doctrina de los cristianos primitivos de que era el Mesías prometido en la Biblia. A diferencia de los saduceos, los fariseos lograron que sus interpretaciones fueran aceptadas por la mayoría de los judios. Por ello, tras la caída del Templo, los fariseos tomaron el control del judaísmo "oficial", y transformaron el culto. El más alto representante del judaísmo era el Sumo Sacerdote, cargo que a la destrucción del templo se volvió innecesario; así el culto pasó a la sinagoga ("casa de reunión" en hebreo).
***** En resumen: Jesús les dice en el Sermón del Monte a todos los que estaban escuchando que tenían que ser diferentes a los escribas y los fariseos, que no podían quebrantar los mandamientos, que además de enseñarlos hay que vivir conforme a la palabra de Dios y no conforme a las Tradiciones de hombres. Todo aquel que siguiera el ejemplo de los escribas y los fariseos, no entrarían en el reino de los cielos. En el capítulo de Mateo 23, vemos claramente como Jesús demuestra la falsedad de los escribas y los fariseos. Demuestra muy claro que ellos eran muy injustos con el pueblo judío. Que habían cambiado la ley, haciendo difícil a la gente buscar de Dios. El problema no era que ellos quisieran hacer cumplir la ley, el problema era que ellos estaban cambiando la ley. Jesús decía que ellos habían convertido la ley en una carga para la gente al saturarla de sus AÑADIDURAS. Además, no tenían amor por la gente ni deseo de ayudarla, no estaban dispuestos ni siquiera a mover un dedo para aliviar sus cargas. Amaban los aplausos de los hombres y la altivés. Su religión era solo una fachada que encubría su hipocresía. Jesús les mostró que sería difícil para ellos obtener el perdón de Dios debido a su actitud y sus prácticas. Si los judíos no se apartaban de esas enseñanzas injustas y seguían violando los mandamientos y viviendo en INIQUIDAD, no entrarían al reino de los cielos. Para cumplir perfectamente LA JUSTICIA en forma MAYOR que los fariseos y poder entrar al reino de los cielos tenemos que hacer lo que hizo Jesús (quien fue nuestro mejor ejemplo de justicia), amando al prójimo como a ti mismo, ayudando a la viuda, alimentando al pobre, sanando al enfermo, vistiendo al necesitado, apartandose de la iniquidad y el pecado. siguiendo la justicia, la misericordia y la fe. Si nos volvemos de nuestros malos caminos y hacemos lo que Jesús nos mandó hacer, entonces nuestra justicia será mayor que la de los escribas y los fariseos.
"11 Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel? 12 Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare. 13 Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo. 14 Y cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; si él se convirtiere de su pecado, e hiciere según el derecho y la justicia, 15 si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, y caminare en los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá. 16 No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente. 17 Luego dirán los hijos de tu pueblo: No es recto el camino del Señor; el camino de ellos es el que no es recto. 18 Cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere iniquidad, morirá por ello. 19 Y cuando el impío se apartare de su impiedad, e hiciere según el derecho y la justicia, vivirá por ello. 20 Y dijisteis: No es recto el camino del Señor. Yo os juzgaré, oh casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos." (Ezequiel 33:11-20)
La religion de los fariseos, y su justicia, consistia de cosas externas, ceremonias, rituales, liturgias, y formalidades de muchas clases, y no prestaban atencion al corazon y el pensamiento del hombre. Jesus no estaba de acuerdo con este concepto hipocrita de religion, e indica que los q sigan esa religion vana, que no trata con el corazon del hombre, sino con solo la apariencia, pues no entrara al reino de Dios.
la única justicia absoluta proviene de Dios, la nuestra es relativa. En Isaias dice que nuestras justicias son como trapo de inmundicia( es el vendaje que usaban los leprosos.
A los fariseos los llamaba sepulcros blanqueados porque por fuera son limpios pero por dentro hieden(dan olor).
que debemos ser Ãntegros,sin dobleces,sin caretas o máscaras .
En realidad el sentido lo encuentras cuando analizas la enseñanza completa y es mas la historia completa, este es un sermón que comienza en el capitulo 5 y se extiende de corrido hasta el 7,
Pero de lo que preguntas la idea es la forma de interpretar y enseñar, la Biblia se debe interpretar para servir bien a dios no para justificar discusiones y puntos de religión; dios quiere que cada uno de sus hijos sea un interprete y defensor de las escrituras pero con justicia con transparencia para servir bien a Dios con teros de herrar pero valentÃa para cumplir, y transmitir eso a los demás, pero hoy algunos que te hacen pensar que es tarea de unos pocos privilegiados. (Como lo eran los interpretes de la ley y los fariseos que la transmitÃan al pueblo) pero su propósito no era el agradar a Dios sino cumplir por cumplir y tratar de conservar su estatus de buena gente a costa de lo que fuera eso te lleva a pensar que sabes todo, no es justo a los ojos de Dios.
a ti te digo cuida que tu justicia sea mayor que la de muchos predicadores, pastores, y sacerdotes, sino no entraras al reino de Dios.
y que es justo a los ojos de Dios que progreses como cristiano que escudriñes y que transmitas a otros, cumple esto y estarás en buen pie ante Dios. Pero hazlo siempre con temo y humildad
eso dise que la justcia biene de DIOS y ke nosotros no somos quienes para tomar la justicia por nuestra fuerzas porque si lo hacemos no podremos entrar al reino de los cielo
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"17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos." (Mateo 5:17-20)
Viendo Jesus la gran multitud que le seguía subió al monte para poder hablarles en lo que se conoce como El Sermón del Monte. Entre sus seguidores habían muchos que amaban a Jesús y muchos más que lo perseguían y querían su muerte. Entre estos estaban los fariseos, escribas y otros.
Los fariseos creían en la inmortalidad del alma, el castigo eterno de los malvados y la resurrección de los justos. Abogaban por el cumplimiento riguroso de la ley oral mosaica. Se enfrentaban con la opinión de los saduceos que negaban la validez de la ley oral. Los escribas era una clase de hombres a quienes se había instruido en la Ley. Hicieron del estudio sistemático y de la explicación de la Ley su ocupación. Se les contaba entre los maestros de la Ley o los versados en ella. (Lu 5:17; 11:45.) Por lo general pertenecían a la secta religiosa de los fariseos, pues este grupo reconocía las interpretaciones o “tradiciones” de los escribas, que con el transcurso del tiempo habían llegado a ser un laberinto desconcertante de reglas minuciosas y técnicas. La expresión “escribas de los fariseos” aparece varias veces en las Escrituras. (Mr 2:16; Lu 5:30; Hch 23:9.) Este hecho puede indicar que algunos escribas eran saduceos, que creían solo en la Ley escrita, mientras que los escribas de los fariseos defendían con celo tanto la Ley como las tradiciones orales que se habían ido acumulando, ejerciendo una influencia aún mayor que los sacerdotes en la conciencia popular. Los escribas se encontraban sobre todo en Jerusalén, aunque también se les podía hallar por toda Palestina y en otras tierras entre los judíos. (Mt 15:1; Mr 3:22; compárese con Lu 5:17.) La gente respetaba a los escribas y los llamaba “Rabí” (gr. rhab·béi, “Mi Grande; Mi Excelso”; del heb. rav, que significa “muchos”, “grande”; era un título de respeto que se usaba para dirigirse a los maestros). Este término se aplica en varios lugares de las Escrituras a Cristo. En Juan 1:38 se dice que significa “Maestro”. Jesús era, de hecho, el maestro de sus discípulos, pero les prohibió que codiciaran esa designación o que se la aplicaran como título (Mt 23:8), como hacían los escribas. (Mt 23:2, 6, 7.) Condenó a los escribas de los judíos y a los fariseos porque habían hecho añadiduras a la Ley y habían ideado subterfugios para burlarla, de modo que les dijo: “Han invalidado la palabra de Dios a causa de su tradición”. Mostró un ejemplo de ello: permitían que alguien que tenía que ayudar a su padre o a su madre no lo hiciera so pretexto de que lo que poseía para ayudar a sus padres era un don dedicado a Dios. (Mt 15:1-9; Mr 7:10-13)
Jesús declaró que los escribas, al igual que los fariseos, habían convertido la Ley en una carga para la gente al saturarla de sus añadiduras. Además, como clase, no le tenían ningún amor a la gente ni deseo de ayudarla, no estaban dispuestos ni siquiera a mover un dedo para aliviar sus cargas. Amaban los aplausos de los hombres y los títulos altisonantes. Su religión era solo una fachada, un ritual, que encubría su hipocresía. Jesús mostró lo difícil que sería para ellos obtener el favor de Dios debido a su actitud y sus prácticas, diciéndoles: “!!Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?”. (Mt 23:1-33.) Los escribas tenían una gran responsabilidad, puesto que conocían la Ley. Sin embargo, habían quitado la llave del conocimiento. No se contentaban con rechazar a Jesús, de quien testificaban sus Escrituras, sino que se hicieron más reprensibles al intentar impedir por todos los medios que nadie lo reconociera o siquiera lo escuchara. (Lu 11:52; Mt 23:13; Jn 5:39; 1Te 2:14-16.)
Los escribas no solo eran responsables como “rabíes” de las aplicaciones teóricas de la Ley y de la enseñanza de esta, sino que también poseían autoridad judicial para dictar sentencias en tribunales de justicia. Había escribas en el tribunal supremo judío, el Sanedrín. (Mt 26:57; Mr 15:1.) No recibían ningún pago por juzgar, y la Ley prohibía los regalos y los sobornos. Puede ser que algunos rabíes poseyeran riquezas heredadas, pero casi todos tenían un oficio, del que se enorgullecían, puesto que les permitía mantenerse al margen de su servicio religioso. Aunque no estaba permitido remunerarles por su labor judicial, es posible que esperaran y recibieran pago por enseñar la Ley. Esto se puede inferir de lo que dijo Jesús cuando advirtió a las muchedumbres de la avaricia de los escribas y también cuando habló del asalariado a quien no le importan las ovejas. (Mr 12:37-40; Jn 10:12, 13.) Pedro escribió que los pastores cristianos no deberían obtener ganancia de sus puestos de responsabilidad. (1Pe 5:2, 3.)
"3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. 4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. 5 Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; 6 y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, 7 y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. 8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. 13 Mas !!ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. 14 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. 16 !!Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. 17 !!Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? 18 También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. 19 !!Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? 20 Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él; 21 y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita; 22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él. 23 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. 24 !!Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! 25 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. 26 !!Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. 27 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. 29 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. 31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. 32 !!Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! 33 !!Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? 34 Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; 35 para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. 36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación." (Mateo 23:3-36)
En este capítulo vemos por qué Jesús acusa a escribas y fariseos. Los acusó de respetar más la letra que el espíritu de la ley (Mateo 23:2-4) y de sustituir la palabra de Dios por la tradición (Mateo 15:1-9). Se enfrentaron con éste, rechazando la doctrina de los cristianos primitivos de que era el Mesías prometido en la Biblia. A diferencia de los saduceos, los fariseos lograron que sus interpretaciones fueran aceptadas por la mayoría de los judios. Por ello, tras la caída del Templo, los fariseos tomaron el control del judaísmo "oficial", y transformaron el culto. El más alto representante del judaísmo era el Sumo Sacerdote, cargo que a la destrucción del templo se volvió innecesario; así el culto pasó a la sinagoga ("casa de reunión" en hebreo).
***** En resumen: Jesús les dice en el Sermón del Monte a todos los que estaban escuchando que tenían que ser diferentes a los escribas y los fariseos, que no podían quebrantar los mandamientos, que además de enseñarlos hay que vivir conforme a la palabra de Dios y no conforme a las Tradiciones de hombres. Todo aquel que siguiera el ejemplo de los escribas y los fariseos, no entrarían en el reino de los cielos. En el capítulo de Mateo 23, vemos claramente como Jesús demuestra la falsedad de los escribas y los fariseos. Demuestra muy claro que ellos eran muy injustos con el pueblo judío. Que habían cambiado la ley, haciendo difícil a la gente buscar de Dios. El problema no era que ellos quisieran hacer cumplir la ley, el problema era que ellos estaban cambiando la ley. Jesús decía que ellos habían convertido la ley en una carga para la gente al saturarla de sus AÑADIDURAS. Además, no tenían amor por la gente ni deseo de ayudarla, no estaban dispuestos ni siquiera a mover un dedo para aliviar sus cargas. Amaban los aplausos de los hombres y la altivés. Su religión era solo una fachada que encubría su hipocresía. Jesús les mostró que sería difícil para ellos obtener el perdón de Dios debido a su actitud y sus prácticas. Si los judíos no se apartaban de esas enseñanzas injustas y seguían violando los mandamientos y viviendo en INIQUIDAD, no entrarían al reino de los cielos. Para cumplir perfectamente LA JUSTICIA en forma MAYOR que los fariseos y poder entrar al reino de los cielos tenemos que hacer lo que hizo Jesús (quien fue nuestro mejor ejemplo de justicia), amando al prójimo como a ti mismo, ayudando a la viuda, alimentando al pobre, sanando al enfermo, vistiendo al necesitado, apartandose de la iniquidad y el pecado. siguiendo la justicia, la misericordia y la fe. Si nos volvemos de nuestros malos caminos y hacemos lo que Jesús nos mandó hacer, entonces nuestra justicia será mayor que la de los escribas y los fariseos.
"11 Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel? 12 Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare. 13 Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo. 14 Y cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; si él se convirtiere de su pecado, e hiciere según el derecho y la justicia, 15 si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, y caminare en los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá. 16 No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente. 17 Luego dirán los hijos de tu pueblo: No es recto el camino del Señor; el camino de ellos es el que no es recto. 18 Cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere iniquidad, morirá por ello. 19 Y cuando el impío se apartare de su impiedad, e hiciere según el derecho y la justicia, vivirá por ello. 20 Y dijisteis: No es recto el camino del Señor. Yo os juzgaré, oh casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos." (Ezequiel 33:11-20)
La religion de los fariseos, y su justicia, consistia de cosas externas, ceremonias, rituales, liturgias, y formalidades de muchas clases, y no prestaban atencion al corazon y el pensamiento del hombre. Jesus no estaba de acuerdo con este concepto hipocrita de religion, e indica que los q sigan esa religion vana, que no trata con el corazon del hombre, sino con solo la apariencia, pues no entrara al reino de Dios.
los fariseos y los escribas no eran justos
para entrar en el reino, tenias q ser todo lo contrario a ellos
la única justicia absoluta proviene de Dios, la nuestra es relativa. En Isaias dice que nuestras justicias son como trapo de inmundicia( es el vendaje que usaban los leprosos.
A los fariseos los llamaba sepulcros blanqueados porque por fuera son limpios pero por dentro hieden(dan olor).
que debemos ser Ãntegros,sin dobleces,sin caretas o máscaras .
En realidad el sentido lo encuentras cuando analizas la enseñanza completa y es mas la historia completa, este es un sermón que comienza en el capitulo 5 y se extiende de corrido hasta el 7,
Pero de lo que preguntas la idea es la forma de interpretar y enseñar, la Biblia se debe interpretar para servir bien a dios no para justificar discusiones y puntos de religión; dios quiere que cada uno de sus hijos sea un interprete y defensor de las escrituras pero con justicia con transparencia para servir bien a Dios con teros de herrar pero valentÃa para cumplir, y transmitir eso a los demás, pero hoy algunos que te hacen pensar que es tarea de unos pocos privilegiados. (Como lo eran los interpretes de la ley y los fariseos que la transmitÃan al pueblo) pero su propósito no era el agradar a Dios sino cumplir por cumplir y tratar de conservar su estatus de buena gente a costa de lo que fuera eso te lleva a pensar que sabes todo, no es justo a los ojos de Dios.
a ti te digo cuida que tu justicia sea mayor que la de muchos predicadores, pastores, y sacerdotes, sino no entraras al reino de Dios.
y que es justo a los ojos de Dios que progreses como cristiano que escudriñes y que transmitas a otros, cumple esto y estarás en buen pie ante Dios. Pero hazlo siempre con temo y humildad
Solo de labios para afuera. Lo dices pero no lo haces accion en tu vida. Obviamente teniendo el siginificado biblico de justicia.
eso dise que la justcia biene de DIOS y ke nosotros no somos quienes para tomar la justicia por nuestra fuerzas porque si lo hacemos no podremos entrar al reino de los cielo
Simple, ni escribas ni fariseos eran justos en ningún sentido, tenemos que obrar con justicia...
al referirse a justicia te habla de la rectitud de conducta con la nque tu te dirijas a tu projimo.
que cualquiera era mejor que esa bola de ... gente mala