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debe ser esta:

Añoranza

Yo dejé mi pueblo, hace muchos años, lamentablemente,

Y a pasar del tiempo, recuerdo sus calles, también a su gente,

Porque al pie del surco soñé con el cambio que me dio la vida,

Y tocando puertas, despertó con fe mi inspiración dormida.

Porque fui bastardo, se anido en mi vida un gran sentimiento,

Una historia negra, descubre los hechos de mi nacimiento,

Por algunas gentes, supe de mis padres con sus sinsabores

Y aprendí sufriendo, a vivir la vida, sin guardar rencores.

A unos cuantos días de mi nacimiento hubo un compromiso,

Y acepto mi madre, porque sin pensarlo de mí se deshizo,

Su arrepentimiento, convenció a su esposo que le perdonara,

¡Hubo condiciones! desgraciadamente… que me abandonara!

Regresó con ellos, pero a un alto precio, ¡que jamás olvido!

Regalando a su hijo, que fuera por muchos solo un mal nacido,

Y casa por casa, y en brazos ajenos se me dio alimento,

Cuantas compasiones despertó mi vida desde ese momento.

Sé quien es mi padre y cuando lo miro me llama la sangre,

Y a veces pregunto: ¿por que me dejó al igual que mi madre?…

A ella le impidieron que a mí se acercara yo fui su vergüenza

Pero él me negaba o ¿por que el destino me dio tanta ofensa?.

Casi aseguraban que yo iba a morirme sin calor materno,

Como la hoja seca, que ha sido arrancada por el crudo invierno,

Para mantenerme, las madres del pueblo me dieron sustento,

Y desde mi cuna, yo soy como la hoja, que se lleva el viento.

Mi niñez fue triste y no sé ni como se pasó mi infancia,

En ir a la escuela, en sembrar la tierra con perseverancia,

Conocí de niño, esas ilusiones del amor primero…

Y sentí la angustia de las decepciones, ¡cuando es traicionero!

Yo fui monaguillo y canté en el coro de la Santa Iglesia,

Y me señalaron, a veces con burla, con indiferencia,

Huérfano de padres, me sentí tan sólo cual pluma en el aire,

No hubiera pasado, si no me regala, la que fue mi madre.

Pero Dios a cambio, me ha dado el cariño que se necesita,

A una madre santa, a una madre buena, a mi Maximita,

Es su pelo blanco como una cascada sobre su cabeza,

Y por generosa, sé de sus bondades y de su grandeza.

Vivo agradecido a la gran familia de los Sánchez Mota,

Que me dieron techo y con sus consejos, cedió mi derrota,

Ellos me cuidaron, su calor paterno me brindó cariño,

Ellos me quitaron, el hambre y el frío, desde que era niño.

A mi hermano Antonio le guardo el respeto que se ha merecido,

A mi hermano Cuco le pido disculpas si es que lo he ofendido.

De agradecimiento, a mi hermana Juana yo beso sus manos

A José y a Chito, los llevó en el alma como mis hermanos.

Por eso es que extraño a esa tierra santa, de viejos caminos

Mi provincia hermosa, que tiene la fuerza de los campesinos

Lejos de los míos, nunca se le ofrece al dolor consuelo

Por eso yo quiero… decididamente, volver a mi pueblo.

te la mando, ok