Es una cosita de tela con alguna imagen religiosa, debe ser como de diez centimetros de cada lado, y sirve para llevar a Dios en el mismo y te acompañe siempre.
El escapulario del Carmen es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la orden Carmelitana, en la esperanza de su protección maternal.
El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón, por todos conocido.
El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, “un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia” (S.C. 60).
La “Gran Promesa”
En un momento de gran aflicción para la Orden del Carmen, San Simón Stock suplicó a la Madre de Dios que le diese una señal de Su protección. Y el día 16 de julio de 1251 la Santísima Virgen se le apareció con el Niño Jesús y le presentó un Escapulario, prometiéndole que todos los que con él muriesen no padecerían el fuego eterno. “Es, pues, una señal de salvación, salvaguardia en los peligros, alianza de paz y de protección sempiterna”, dijo la Madre de Dios.
El sentido de esta promesa es que la persona que muere con el Escapulario recibirá de la Virgen María, a la hora de la muerte la gracia de la perseverancia en el estado de justicia si está en él, o, en caso contrario, la gracia de la conversión y de la perseverancia final.
Esta “gran promesa” es válida no sólo para los religiosos que mueren con el Escapulario largo, sino también para los fieles que lleven el Escapulario pequeño o la medalla–escapulario.
El Privilegio Sabatino
La predilección de María Santísima por el Carmen fue confirmada de modo aún más maternal en el siglo siguiente, cuando se apareció al futuro Papa Juan XXII, entonces cardenal, en Avignon, Francia. Allí le prometió una especial asistencia para los que llevasen el Escapulario del Carmen, diciendo que los libraría del Purgatorio el primer sábado después de su muerte.
Para gozar de los privilegios del escapulario es necesario:
1) Haber recibido debidamente el Escapulario, es decir, impuesto por un sacerdote con poder para tal (actualmente cualquier sacerdote con uso legítimo de órdenes tiene ese poder).
2) Que el Escapulario sea como prescribe la Iglesia, es decir, hecho con dos pedazos de lana (y no de otro material) unidos entre sí por cordones, de forma cuadrangular o rectangular y de color marrón.
3) Que una parte caiga sobre el pecho y otra sobre la espalda.
4) Guardar la castidad cada uno según su estado (perfecta para los solteros y matrimonial para los casados).
5) Rezar las oraciones prescriptas por el sacerdote que lo impuso.
Protección maternal
Por su profundo simbolismo mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y privilegiada asistencia, que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del Carmen a quienes vistan devotamente su escapulario, es por lo que tan prodigiosamente se ha extendido por doquier esta piadosa devoción de vestir el escapulario.
He aquí las razones del valor espiritual de la devoción del santo escapulario:
“Sobre todo por su rico simbolismo: ser hijo de María, ver en él todas las virtudes de María, ser símbolo de nuestra consagración filial a la Madre Amable. Por morir en gracia de Dios, quien lo vista piadosamente. Porque saldrá del Purgatorio cuanto antes quien muera devotamente con él. Por llegar su protección a todos los momentos de la vida, a la muerte y aún más allá. “En la vida protejo; en la muerte ayudo, después de la muerte salvo”, son sus credenciales por los innumerables prodigios que ha obrado. Por las relaciones con sus apariciones más recientes en Lourdes y Fátima. Por las muchas indulgencias que disfrutan quienes visten este escapulario”.
Al vestir el escapulario, y durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma. Quien viste el escapulario debe procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar de copiar sus virtudes, su vida y obrar como Ella, María, obró, según sus palabras: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.
"Además de la gran promesa de preservar del infierno, del singular privilegio Sabatino y del honroso título de Hermanos de la Virgen [los frailes del Carmen son llamados 'Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo'] y de la salvación en los peligros, así como de gran número de indulgencias, los que visten el Escapulario del carmen gozan de la participación en todas las obras buenas que se practican en toda la Orden del Carmen. Esto quiere decir que en la Orden del Carmen todo lo que cae bajo el común denominador de "buenas obras" -como virtudes, satisfacciones, Misas, oraciones, predicaciones, ayunos, disciplinas, inmolaciones, frutos de las Misiones, práctica de los votos, austeridad de la vida del claustro, efectos saludables del apostolado de la devoción a la Virgen del Carmen y a su santo Escapulario, etc.- forma un acervo común o un capital social que se reparte entre todos y cada uno de los miembros que, sea por profesión (religiosa) o en virtud del privilegio de la agregación, pertenecen a dicha Orden de la Virgen del Carmen".
El escapulario del Carmen es un MEMORIAL de todas las virtudes de María. Así lo recordaba a todos: religiosos, terciarios y cofrades, “que forman, por un especial vínculo de amor, una misma familia de la Santísima Madre”, el Papa Pío XII, el 11 de febrero de 1950:
“Reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad. Vean, en la forma sencilla de su hechura, un compendio de modestia y candor. Vean, sobre todo, en esta librea, que visten día y noche, significada, con simbolismo elocuente, la oración con la cual invocan el auxilio divino. Reconozcan, por fin, en ella su consagración al Sacratísimo Corazón de la Virgen Inmaculada, por Nos. recientemente recomendada”.
Quienes reciben la imposición de este Escapulario y lo visten habitualmente, necesitan saber las razones que la iglesia ha tenido para autorizarlo y recomendarlo, bendiciendo e indulgenciando a sus devotos.
De este modo lograrán que les sirva de medio en su perfeccionamiento en la fe de Cristo y alcanzarán con más facilidad la saludable ayuda de la Virgen Santísima, Madre espiritual y medianera de todas las gracias, a la que pretenden honrar. Ella, a los que vivan esta común consagración carmelitana, significada en el Escapulario, los conducirá a una más plena participación de los frutos del Misterio Pascual.
El Escapulario es un símbolo de la protección de la Madre de Dios a sus devotos y un signo de su consagración a María. Nos lo dio La Santísima Virgen. Se lo entregó al General de la Orden del Carmen; San Simón Stock, según la tradición, el 16 de julio de 1251, con estas palabras: «Toma este hábito, el que muera con él no padecerá el fuego eterno».
Alude a este hecho el Papa Pío XII cuando dice: «No se trata de un asunto de poca importancia, sino de la consecución de la vida eterna en virtud de la promesa hecha, según la tradición, por la Santísima Virgen».
Privilegio sabatino
También reconocida por Pío XII, existe la tradición de que la Virgen, a los que mueran con el Santo Escapulario y expían en el Purgatorio sus culpas, con su intercesión hará que alcancen la patria celestial lo antes posible, o, a más tardar, el sábado siguiente a su muerte.
Resumen de las promesas
1. Morir en gracia de Dios.
2. Salir del Purgatorio lo antes posible.
Interpretación
Alcanzar estas promesas supone siempre el esfuerzo personal colaborando con la gracia de Dios. Nos lo enseña con toda claridad el Concilio Vaticano II: «La verdadera devoción... procede de la fe auténtica, que nos induce a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, que nos impulsa a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes».
Ayuda en la vida
Tanto en los peligros espirituales como en los corporales. Hay muchos hechos que lo atestiguan.
Vinculaciones
El que recibe el Escapulario es admitido en la familia de la Madre de Dios y de la Orden Carmelitana.
Por ello participa de los privilegios, gracias e indulgencias que los Sumos Pontífices han concedido a la Orden del Carmen.
Se beneficia, además, de los méritos, de las penitencias y de las oraciones que se hacen en todo el Carmelo.
Objetivo
Ir más fácilmente a Jesús, según la enseñanza del Concilio Vaticano II: «Los oficios y los privilegios de la Santísima Virgen,siempre tienen por fin a Cristo, origen de toda verdad, santidad y piedad».
Por eso afirmó Pío XII que «nadie ignora, ciertamente, de cuánta eficacia sea para avivar la fe católica y reformar las costumbres, el amor a la Santísima Virgen, Madre de Dios, ejercitado principalmente mediante aquellas manifestaciones de devoción, que contribuyen en modo particular a iluminar las mentes con celestial doctrina y a excitar las voluntades a la práctica de la vida cristiana. Entre éstas debe colocarse, ante todo, la devoción del Escapulario de los carmelitas».
Es una devoción y una forma de culto
Prueban lo primero, incluyéndolo entre las prácticas y ejercicios de piedad marianas, recomendados por el Concilio Vaticano II, las palabras de Pablo VI: «Creemos que entre estas formas de piedad mariana deben contarse expresamente el Rosario y el uso devoto del ESCAPULARIO DEL CARMEN». Y añade tomando las afirmaciones de Pío XII: «Esta última práctica, por su misma sencillez y adaptación a cualquier mentalidad, ha conseguido amplia difusión entre los fieles con inmenso fruto espiritual».
También destaca entre las más antiguas formas de culto, especial y necesario a María Santísima, que cooperan a que «al ser honrada la Madre, sea mejor conocido, amado, glorificado el Hijo, y que, a la vez, sean mejor cumplidos sus mandarniento» (L.G. 66). La celebración de la Virgen del Carmen, 16 de julio, está entre las fiestas «que hoy, por la difusión alcanzada, pueden considerarse verdaderamente eclesiales» (Marialis Cultus 8).
«Este culto se convierte en camino a Cristo, fuente y centro de la comunión eclesiástica» (M. C. 32).
Espiritualidad
Quien entra en comunión con la familia consagrada al amor, a la veneración y al culto a María, queda señalado con un peculiar carácter mariano de espíritu de oración y contemplación, de los diversos modos de apostolado y de la vida misma de abnegación. Asume también un compromiso de imitar a María.
Este don de la Virgen es signo de las muchas gracias que puede ella conceder, como consecuencia de su privilegiada e íntima participación en la historia de la salvación.
Entraña, pues, la experiencia de unas vivencias marianas y espirituales. Ya que «ante todo, la Virgen María ha sido propuesta siempre por la Iglesia a la imitación de los fieles... porque en sus condiciones concretas de vida Ella se adhirió total y responsablemente a la voluntad de Dios» (M. C. 35).
Compromiso
Vida mariana. Es decir: Vivir en obsequio de Jesucristo y de su Madre. Nuestra vida ha de estar informada por la luz y el amor de María, unido estrechamente al de Cristo. El fruto del Escapulario consistirá en que quien lo lleve se esfuerce eficazmente en la imitación de las virtudes de la Santísima Virgen.
Representa la participación en el carisma de la Orden de¡ Carmen, siendo señal como de un contrato entre la Virgen y nosotros, por el cual Ella nos protege y nosotros le estamos consagrados.
La Medalla escapulario
Está autorizado su uso con tal de que por un lado lleve la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y por el otro una de la Santísima Virgen: La imposición debe realizarse con Escapulario de tela. A pesar de ello, el mismo San Pío X, al conceder esta dispensa, recomendó el uso del Escapulario de tela. Este es más simbólico, por ser una expresión abreviada del hábito del Carmen,
Indulgencias
Se puede ganar indulgencia plenaria:
1.- El día que se inscribe en la Cofradía.
2.- En la Solemnidad de la Sma. Virgen del Carmen, el 16 de julio.
3.- En la festividad de San Simón Stock, el 16 de mayo.
4.- En la festividad de San Elías, Profeta, el 20 de julio.
5.- En la festividad de Santa Teresa de Jesús, el 15 de octubre.
6.- En la festividad de San Juan de la Cruz, el 14 de diciembre.
7.- En la festividad de Sta. Teresita del Niño Jesús, el 1 de octubre.
8.- En la festividad de Todos los Santos de la Orden, el 14 de noviembre.
Los signos en la vida humana
Vivimos en un mundo hecho de realidades materiales llenas de simbolismo: la luz, el fuego, el agua...
Existen también, en la vida de cada día experiencias de relación entre los seres humanos, que expresan y simbolizan cosas más profundas, como el compartir la comida (signo de amistad), participar en una manifestación masiva (signo de solidaridad), celebrar juntos un aniversario nacional (símbolo de identidad).
Tenemos necesidad de signos o símbolos que nos ayuden a comprender y vivir hechos de hoy o de ayer, y nos den conciencia de que somos como personas y como grupos.
Los signos en la vida Cristiana
Jesús es el gran don y signo del amor del Padre. Él estableció la Iglesia como signo e instrumento de su amor. En la vida cristiana hay también signos. Jesús los utilizó: el pan, el vino, el agua, para hacernos comprender realidades superiores que no vemos ni tocamos.
En la celebración de la Eucaristía y de los Sacramentos (Bautismo, Confirmación, Reconciliación, Matrimonio, Orden Sacerdotal, Unción de los enfermos) los símbolos (agua, aceite, imposición de las manos, anillos) expresan su sentido y nos introducen en una comunicación con Dios, presente a través de ellos.
Además de los signos litúrgicos, existen en la Iglesia otros, ligados a un acontecimiento, a una tradición, a una persona. Uno de ellos es el Escapulario del Carmen.
El Escapulario. Un signo Mariano
Uno de los signos de la tradición de la Iglesia, desde hace siete siglos, es el Escapulario de la Virgen del Carmen. Es un signo aprobado por la Iglesia y aceptado por la Orden del Carmen como manifestación externa de amor a María, de confianza filial en ella y como compromiso de imitar su vida.
La palabra "escapulario" indica un vestido superpuesto, que llevaban los monjes durante el trabajo manual. Con el tiempo se le fue dando un sentido simbólico: el de llevar la cruz de cada día, como discípulos y seguidores de Jesús.
En algunas Órdenes religiosas, como en el Carmelo, el Escapulario se convirtió también en signo de su manera de ser y de vivir.
El Escapulario pasó a simbolizar la dedicación especíal de los carmelitas a María, la Madre del Señor, y a expresar la confianza en su protección maternal; el deseo de imitar su vida de entrega a Cristo y a los demás. Se transformó en un signo mariano.
De las Órdenes Religiosas al pueblo de Dios
En la Edad Media, muchos cristianos quisieron asociarse a las Órdenes religiosas fundadas entonces: Franciscanos, Dominicos, Agustinos, Carmelitas. Surgió un laicado asociado a ellas, por medio de Cofradías o Hermandades. Todas las Ordenes religiosas quisieron dar a los laicos un signo de su afiliación y participación en su espíritu y en su apostolado. Ese signo era una parte de su hábito: la capa, el cordón, el escapulario.
Entre los carmelitas se llegó a establecer el escapulario reducido en tamaño, como la señal de pertenencia a la Orden y la expresión de su espiritualidad.
El valor y el sentido del Escapulario
El Escapulario hunde sus raíces en la tradición de la Orden, que lo ha interpretado como signo de protección materna de María. Tiene, en sí mismo, a partir de esa experiencia plurisecular, un sentido espiritual aprobado por la Iglesia.
Representa el compromiso de seguir a Jesús, como María, el modelo perfecto de todo discípulo de Cristo. Este compromiso tiene su origen en el bautismo que nos transforma en hijos de Dios.
La Virgen nos enseña a:
Vivir abiertos a Dios y a su voluntad, manifestada en los acontecimientos de la vida.
Escuchar la Palabra de Dios en la Biblia y en la vida, a creer en ella y a poner en práctica sus exigencias
Orar en todo momento, descubriendo a Dios presente en todas las circunstancias
Vivir cercanos a las necesidades de nuestros hermanos y a solidarizarnos con ellos.
Introduce en la fraternidad del Carmelo, comunidad de religiosos y religiosas, presentes en la Iglesia desde hace más de ocho siglos, y compromete a vivir el ideal de esta familia religiosa: la amistad íntima con Dios en la oración.
Coloca delante el ejemplo de los santos y santas del Carmelo, con los que se establece una relación familiar de hermanos y hermanas.
Expresa la fe en el encuentro con Dios en la vida eterna, mediante la ayuda de la intercesión y protección de María.
Normas prácticas
El escapulario es impuesto, sólo la primera vez, por un sacerdote o por una persona autorizada
Puede ser sustituido por una medalla que tenga por una parte la imagen del Sgdo. Corazón y por otra la de la Virgen
El Escapulario exige un compromiso cristiano auténtico: vivir de acuerdo con las enseñanzas del evangelio, recibir los sacramentos y profesar una devoción especial a la Sma. Virgen que se expresa, al menos, con la recitación cotidiana de tres avemarías.
Fórmula Breve para la imposición del escapulario
Recibe este Escapulario, signo de una relación especial con María, la Madre de Jesús, a quien te comprometes a imitar. Que este Escapulario te recuerde tu dignidad de cristiano, tu dedicación al servicio de los demás y a la imitación de María.
Llévalo como señal de su protección y como signo de tu pertenencia a la familia del Carmelo, dispuesto a cumplir la voluntad de Dios y a empeñarte en el trabajo por la construcción de un mundo que responda a su plan de fraternidad, justicia y paz.
El Escapulario del Carmen
NO ES:
Un signo protector mágico
Una garantía automática de salvación.
Una dispensa de vivir las exigencias de la vida cristiana.
es una tela normalmente marrón de unos 10cm que en la parte superior lleva un cordones para colgara en el cuello y s pega la imagen de la virgen o de un santo que tengas tu devoción
También conocido como el Escapulario Marrón, es el más conocido, célebre y difundido de los pequeños escapularios. Al referirse al “Escapulario”, y a la “fiesta del Escapulario” se habla de Nuestra Señora del Carmen o del Monte Carmelo celebrada el 16 de julio. Es probablemente el escapulario más antiguo y sirvió como prototipo de los otros. De acuerdo a una tradición piadosa la Santísima Virgen se le apareció a San Simón Stock en Cambridge, Inglaterra, el domingo 16 de julio de 1251. En respuesta a su petición de ayuda para su oprimida orden, se le apareció con un escapulario en sus manos y le dijo: “Toma amado hijo este escapulario de vuestra orden como símbolo de mi confraternidad y especial signo de gracia para vos y todos los Carmelitas; quienquiera que muera en este prenda, no sufrirá el fuego eterno. Es el signo de salvación, defensor en los peligros, prenda de la paz y de esta alianza". Sin embargo, esta tradición aparece de forma muy precisa desde el principio, en 1642, cuando las palabras de la Santísima Virgen fueron difundidas por San Simón Stock. Se dice que él se las dictó a su secretario y confesor, Peter Swanyngton. Si bien se sabe que este testimonio no puede ser corroborado por documentos históricos, su contenido general se mantiene como una confiable tradición piadosa; en otras palabras, es creíble que San Simón Stock fue manifestado de manera sobrenatural la protección especial de la Santísima Virgen para toda su orden y para todos aquellos que usasen el hábito carmelita; que la Santísima Virgen le prometió un auxilio especial, especialmente en el momento de la muerte, a aquellos que en santa fidelidad usaran este hábito en honor a ella a lo largo de su vida, para ser preservados del infierno. Y aunque no existe una referencia directa a los miembros de la confraternidad del escapulario la promesa está también indirectamente extendida a todos los devotos de la Madre de Dios que usaran el hábito o la insignia, como verdaderos cristianos, hasta la muerte, y estar así de alguna manera afiliados a la Orden Carmelita.
Hasta ahora no se ha descubierto ningún testimonio autorizado que pruebe que el pequeño escapulario es conocido desde la segunda mitad del siglo XIII y que fue entregado a los miembros de la Confraternidad de Nuestra Señora del Carmen (o del Monte Carmelo). Por el contrario existen muchas razones para creer que el pequeño escapulario, tal como lo conocemos hoy y la forma que tenía desde el siglo XVI, tiene un origen bastante posterior. Zimmerman (Mon.hist.Carmelit.) y Saltet dan muchos argumentos razonables que apoyan esta teoría. En todo caso, el escapulario fue muy difundido en los países europeos a fines del siglo XVI, como se hace evidente en "La crónica Carmelitana" del carmelita Joseph Falcone (Piacenza, 1595). En 1600 apareció en Palermo el "Giardino Carmelitano" del carmelita Egidio Leoindelicato da Sciacca (la aprobación data de 1592). Hacia el final, luego de las fórmulas de bendición para los Fratelli and Sorelle della Compagnia della Madonna del Carmine (quienes reciben el hábito completo de la orden), el autor da la fórmula para la bendición del escapulario para los Devoti della Compagnia Carrnelitana (pp. 239 ss.). Esta es la forma más antigua de bendición para el pequeño escapulario de la que tenemos conocimiento. Es también importante agregar que la fórmula de las hermanas no contiene ninguna referencia al escapulario, mientras que la de los hermanos tiene una bendición especial para el escapulario.
Sin embargo, aunque debemos admitir que el pequeño escapulario de Nuestra Señora del Carmen se originó a principios del siglo XVI, la promesa --que es el primer privilegio del Escapulario Carmelita-- permanece incólume. Debido a que este privilegio no exige nada más que todos aquellos que fuera de la verdadera veneración y amor por la Santísima Virgen usen constantemente el escapulario en un espíritu de fidelidad y fe, luego de haber sido ubicadas por la propia Iglesia junto a este hábito o insignia bajo la protección especial de la Madre de Dios, deben gozar de esta protección en el asunto o crisis que sea más determinante para su vida en el tiempo y en la eternidad. Por lo tanto, quienquiera, aunque sea un pecador, que use la insignia de la Madre de Dios a lo largo de su vida como siervo fiel, no confiando presuntuosamente en el escapulario como amuleto milagroso, sino con confianza en el poder y la bondad de María, puede esperar que María velará, a través de su poderosa y maternal intercesión, por otorgarle las gracias para una verdadera conversión y perseverancia en el bien. Tal es el significado e importancia del primer privilegio del Escapulario Carmelita, que usualmente se expresa de la siguiente manera: “Quienquiera que use el escapulario hasta la muerte, será preservado del infierno”. El segundo privilegio del escapulario, también conocido como el privilegio Sabatino, significa que la asistencia maternal de María por sus siervos en la Confraternidad del Escapulario continuará luego de la muerte, y tendrá efecto especialmente el sábado (día consagrado en su honor), teniendo en cuenta que los miembros cumplan fielmente las no tan simples condiciones necesarias para obtener este privilegio (vea PRIVILEGIO SABATINO).
En cuanto a la forma exterior del escapulario, debe consistir de dos pedazos de lana marrón, aunque el negro también es permitido. Este escapulario lleva usualmente por un lado una imagen de Nuestra Señora del Carmen, pero ni esta ni cualquier otra imagen es imprescindible. La auténtica lista de privilegios, indulgencias e indultos de la Confraternidad del Escapulario del Carmen (o del Monte Carmelo) fue aprobada el 4 de julio de 1908, por la Congregación de Indulgencias. Es importante decir que este resumen no dice nada del segundo privilegio antes mencionado, lo que dice del privilegio Sabatino está explicado en el artículo bajo tal título. En cuanto a la protección frecuentemente milagrosa que María le ha concedido a su insignia y otorgado a los miembros piadosos de la Confraternidad del Escapulario en grandes peligros del alma y el cuerpo, existen muchos registros e informes confiables (algunos recientes), ante los cuales es imposible dudar. Como el rosario, este escapulario se ha convertido en la insignia del devoto católico y el verdadero siervo de María.
Un escapulario es una pieza de tela parte del hábito de algunas congregaciones religiosas católicas, masculinas y femeninas. Consiste en una tira con una abertura por donde se mete la cabeza. y que cuelga sobre el pecho y la espalda, pendiente de los hombros (en latín, scapula) Es parte del traje de faena usado por los monjes benedictinos entre otros y es símbolo del yugo de Cristo.
COMO SIMBOLO CATOLICO
Antes de dar una respuesta directa a esta importante pregunta, daremos una breve descripción y alguna información básica acerca del escapulario. El escapulario marrón que tengo mide 1-1/8" por 1-1/2," está hecho de tela y tiene un dibujo de María cargando al niño Jesús en sus brazos. Debajo del dibujo están escritas estas sorprendentes palabras:
"Si alguno muere llevando este escapulario (marrón) no sufrirá el fuego eterno. Promesa de María."
Este pequeño pedazo de tela rectangular está unido a otro pedazo de tela de tamaño similar por dos cordones aplastados que le permiten amarrarse sobre el pecho y la espalda de la persona. El otro pedazo de tela también tiene un mensaje debajo de un dibujo del rostro de Jesús: "¡Detente! El Santo rostro de Cristo me protege."
"Del mismo modo que los hombres sienten orgullo cuando otros llevan sus uniformes, así la Santísima María se complace cuando Sus siervos llevan Su Escapulario como señal de que han dedicado sus vidas a Su servicio, y son miembros de la Familia de la Madre de Dios."
Un escapulario es un recuerdo que uno lleva , normalmente son uno o dos cuadrados con una imagen unidos por una cinta; eso hace que lo puedas llevar puesto siempre
Esta muy relacionado a la fe de las personas; los hay de la Virgen del Carmen, de la Virgen Inmaculada,etc
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Es una cosita de tela con alguna imagen religiosa, debe ser como de diez centimetros de cada lado, y sirve para llevar a Dios en el mismo y te acompañe siempre.
¿Qué es?
El escapulario del Carmen es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la orden Carmelitana, en la esperanza de su protección maternal.
El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón, por todos conocido.
El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, “un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia” (S.C. 60).
La “Gran Promesa”
En un momento de gran aflicción para la Orden del Carmen, San Simón Stock suplicó a la Madre de Dios que le diese una señal de Su protección. Y el día 16 de julio de 1251 la Santísima Virgen se le apareció con el Niño Jesús y le presentó un Escapulario, prometiéndole que todos los que con él muriesen no padecerían el fuego eterno. “Es, pues, una señal de salvación, salvaguardia en los peligros, alianza de paz y de protección sempiterna”, dijo la Madre de Dios.
El sentido de esta promesa es que la persona que muere con el Escapulario recibirá de la Virgen María, a la hora de la muerte la gracia de la perseverancia en el estado de justicia si está en él, o, en caso contrario, la gracia de la conversión y de la perseverancia final.
Esta “gran promesa” es válida no sólo para los religiosos que mueren con el Escapulario largo, sino también para los fieles que lleven el Escapulario pequeño o la medalla–escapulario.
El Privilegio Sabatino
La predilección de María Santísima por el Carmen fue confirmada de modo aún más maternal en el siglo siguiente, cuando se apareció al futuro Papa Juan XXII, entonces cardenal, en Avignon, Francia. Allí le prometió una especial asistencia para los que llevasen el Escapulario del Carmen, diciendo que los libraría del Purgatorio el primer sábado después de su muerte.
Para gozar de los privilegios del escapulario es necesario:
1) Haber recibido debidamente el Escapulario, es decir, impuesto por un sacerdote con poder para tal (actualmente cualquier sacerdote con uso legítimo de órdenes tiene ese poder).
2) Que el Escapulario sea como prescribe la Iglesia, es decir, hecho con dos pedazos de lana (y no de otro material) unidos entre sí por cordones, de forma cuadrangular o rectangular y de color marrón.
3) Que una parte caiga sobre el pecho y otra sobre la espalda.
4) Guardar la castidad cada uno según su estado (perfecta para los solteros y matrimonial para los casados).
5) Rezar las oraciones prescriptas por el sacerdote que lo impuso.
Protección maternal
Por su profundo simbolismo mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y privilegiada asistencia, que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del Carmen a quienes vistan devotamente su escapulario, es por lo que tan prodigiosamente se ha extendido por doquier esta piadosa devoción de vestir el escapulario.
He aquí las razones del valor espiritual de la devoción del santo escapulario:
“Sobre todo por su rico simbolismo: ser hijo de María, ver en él todas las virtudes de María, ser símbolo de nuestra consagración filial a la Madre Amable. Por morir en gracia de Dios, quien lo vista piadosamente. Porque saldrá del Purgatorio cuanto antes quien muera devotamente con él. Por llegar su protección a todos los momentos de la vida, a la muerte y aún más allá. “En la vida protejo; en la muerte ayudo, después de la muerte salvo”, son sus credenciales por los innumerables prodigios que ha obrado. Por las relaciones con sus apariciones más recientes en Lourdes y Fátima. Por las muchas indulgencias que disfrutan quienes visten este escapulario”.
Al vestir el escapulario, y durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma. Quien viste el escapulario debe procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar de copiar sus virtudes, su vida y obrar como Ella, María, obró, según sus palabras: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.
"Además de la gran promesa de preservar del infierno, del singular privilegio Sabatino y del honroso título de Hermanos de la Virgen [los frailes del Carmen son llamados 'Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo'] y de la salvación en los peligros, así como de gran número de indulgencias, los que visten el Escapulario del carmen gozan de la participación en todas las obras buenas que se practican en toda la Orden del Carmen. Esto quiere decir que en la Orden del Carmen todo lo que cae bajo el común denominador de "buenas obras" -como virtudes, satisfacciones, Misas, oraciones, predicaciones, ayunos, disciplinas, inmolaciones, frutos de las Misiones, práctica de los votos, austeridad de la vida del claustro, efectos saludables del apostolado de la devoción a la Virgen del Carmen y a su santo Escapulario, etc.- forma un acervo común o un capital social que se reparte entre todos y cada uno de los miembros que, sea por profesión (religiosa) o en virtud del privilegio de la agregación, pertenecen a dicha Orden de la Virgen del Carmen".
El escapulario del Carmen es un MEMORIAL de todas las virtudes de María. Así lo recordaba a todos: religiosos, terciarios y cofrades, “que forman, por un especial vínculo de amor, una misma familia de la Santísima Madre”, el Papa Pío XII, el 11 de febrero de 1950:
“Reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad. Vean, en la forma sencilla de su hechura, un compendio de modestia y candor. Vean, sobre todo, en esta librea, que visten día y noche, significada, con simbolismo elocuente, la oración con la cual invocan el auxilio divino. Reconozcan, por fin, en ella su consagración al Sacratísimo Corazón de la Virgen Inmaculada, por Nos. recientemente recomendada”.
EL ESCAPULARIO DE LA VIRGEN DEL CARMEN
Quienes reciben la imposición de este Escapulario y lo visten habitualmente, necesitan saber las razones que la iglesia ha tenido para autorizarlo y recomendarlo, bendiciendo e indulgenciando a sus devotos.
De este modo lograrán que les sirva de medio en su perfeccionamiento en la fe de Cristo y alcanzarán con más facilidad la saludable ayuda de la Virgen Santísima, Madre espiritual y medianera de todas las gracias, a la que pretenden honrar. Ella, a los que vivan esta común consagración carmelitana, significada en el Escapulario, los conducirá a una más plena participación de los frutos del Misterio Pascual.
El Escapulario es un símbolo de la protección de la Madre de Dios a sus devotos y un signo de su consagración a María. Nos lo dio La Santísima Virgen. Se lo entregó al General de la Orden del Carmen; San Simón Stock, según la tradición, el 16 de julio de 1251, con estas palabras: «Toma este hábito, el que muera con él no padecerá el fuego eterno».
Alude a este hecho el Papa Pío XII cuando dice: «No se trata de un asunto de poca importancia, sino de la consecución de la vida eterna en virtud de la promesa hecha, según la tradición, por la Santísima Virgen».
Privilegio sabatino
También reconocida por Pío XII, existe la tradición de que la Virgen, a los que mueran con el Santo Escapulario y expían en el Purgatorio sus culpas, con su intercesión hará que alcancen la patria celestial lo antes posible, o, a más tardar, el sábado siguiente a su muerte.
Resumen de las promesas
1. Morir en gracia de Dios.
2. Salir del Purgatorio lo antes posible.
Interpretación
Alcanzar estas promesas supone siempre el esfuerzo personal colaborando con la gracia de Dios. Nos lo enseña con toda claridad el Concilio Vaticano II: «La verdadera devoción... procede de la fe auténtica, que nos induce a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, que nos impulsa a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes».
Ayuda en la vida
Tanto en los peligros espirituales como en los corporales. Hay muchos hechos que lo atestiguan.
Vinculaciones
El que recibe el Escapulario es admitido en la familia de la Madre de Dios y de la Orden Carmelitana.
Por ello participa de los privilegios, gracias e indulgencias que los Sumos Pontífices han concedido a la Orden del Carmen.
Se beneficia, además, de los méritos, de las penitencias y de las oraciones que se hacen en todo el Carmelo.
Objetivo
Ir más fácilmente a Jesús, según la enseñanza del Concilio Vaticano II: «Los oficios y los privilegios de la Santísima Virgen,siempre tienen por fin a Cristo, origen de toda verdad, santidad y piedad».
Por eso afirmó Pío XII que «nadie ignora, ciertamente, de cuánta eficacia sea para avivar la fe católica y reformar las costumbres, el amor a la Santísima Virgen, Madre de Dios, ejercitado principalmente mediante aquellas manifestaciones de devoción, que contribuyen en modo particular a iluminar las mentes con celestial doctrina y a excitar las voluntades a la práctica de la vida cristiana. Entre éstas debe colocarse, ante todo, la devoción del Escapulario de los carmelitas».
Es una devoción y una forma de culto
Prueban lo primero, incluyéndolo entre las prácticas y ejercicios de piedad marianas, recomendados por el Concilio Vaticano II, las palabras de Pablo VI: «Creemos que entre estas formas de piedad mariana deben contarse expresamente el Rosario y el uso devoto del ESCAPULARIO DEL CARMEN». Y añade tomando las afirmaciones de Pío XII: «Esta última práctica, por su misma sencillez y adaptación a cualquier mentalidad, ha conseguido amplia difusión entre los fieles con inmenso fruto espiritual».
También destaca entre las más antiguas formas de culto, especial y necesario a María Santísima, que cooperan a que «al ser honrada la Madre, sea mejor conocido, amado, glorificado el Hijo, y que, a la vez, sean mejor cumplidos sus mandarniento» (L.G. 66). La celebración de la Virgen del Carmen, 16 de julio, está entre las fiestas «que hoy, por la difusión alcanzada, pueden considerarse verdaderamente eclesiales» (Marialis Cultus 8).
«Este culto se convierte en camino a Cristo, fuente y centro de la comunión eclesiástica» (M. C. 32).
Espiritualidad
Quien entra en comunión con la familia consagrada al amor, a la veneración y al culto a María, queda señalado con un peculiar carácter mariano de espíritu de oración y contemplación, de los diversos modos de apostolado y de la vida misma de abnegación. Asume también un compromiso de imitar a María.
Este don de la Virgen es signo de las muchas gracias que puede ella conceder, como consecuencia de su privilegiada e íntima participación en la historia de la salvación.
Entraña, pues, la experiencia de unas vivencias marianas y espirituales. Ya que «ante todo, la Virgen María ha sido propuesta siempre por la Iglesia a la imitación de los fieles... porque en sus condiciones concretas de vida Ella se adhirió total y responsablemente a la voluntad de Dios» (M. C. 35).
Compromiso
Vida mariana. Es decir: Vivir en obsequio de Jesucristo y de su Madre. Nuestra vida ha de estar informada por la luz y el amor de María, unido estrechamente al de Cristo. El fruto del Escapulario consistirá en que quien lo lleve se esfuerce eficazmente en la imitación de las virtudes de la Santísima Virgen.
Representa la participación en el carisma de la Orden de¡ Carmen, siendo señal como de un contrato entre la Virgen y nosotros, por el cual Ella nos protege y nosotros le estamos consagrados.
La Medalla escapulario
Está autorizado su uso con tal de que por un lado lleve la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y por el otro una de la Santísima Virgen: La imposición debe realizarse con Escapulario de tela. A pesar de ello, el mismo San Pío X, al conceder esta dispensa, recomendó el uso del Escapulario de tela. Este es más simbólico, por ser una expresión abreviada del hábito del Carmen,
Indulgencias
Se puede ganar indulgencia plenaria:
1.- El día que se inscribe en la Cofradía.
2.- En la Solemnidad de la Sma. Virgen del Carmen, el 16 de julio.
3.- En la festividad de San Simón Stock, el 16 de mayo.
4.- En la festividad de San Elías, Profeta, el 20 de julio.
5.- En la festividad de Santa Teresa de Jesús, el 15 de octubre.
6.- En la festividad de San Juan de la Cruz, el 14 de diciembre.
7.- En la festividad de Sta. Teresita del Niño Jesús, el 1 de octubre.
8.- En la festividad de Todos los Santos de la Orden, el 14 de noviembre.
Los signos en la vida humana
Vivimos en un mundo hecho de realidades materiales llenas de simbolismo: la luz, el fuego, el agua...
Existen también, en la vida de cada día experiencias de relación entre los seres humanos, que expresan y simbolizan cosas más profundas, como el compartir la comida (signo de amistad), participar en una manifestación masiva (signo de solidaridad), celebrar juntos un aniversario nacional (símbolo de identidad).
Tenemos necesidad de signos o símbolos que nos ayuden a comprender y vivir hechos de hoy o de ayer, y nos den conciencia de que somos como personas y como grupos.
Los signos en la vida Cristiana
Jesús es el gran don y signo del amor del Padre. Él estableció la Iglesia como signo e instrumento de su amor. En la vida cristiana hay también signos. Jesús los utilizó: el pan, el vino, el agua, para hacernos comprender realidades superiores que no vemos ni tocamos.
En la celebración de la Eucaristía y de los Sacramentos (Bautismo, Confirmación, Reconciliación, Matrimonio, Orden Sacerdotal, Unción de los enfermos) los símbolos (agua, aceite, imposición de las manos, anillos) expresan su sentido y nos introducen en una comunicación con Dios, presente a través de ellos.
Además de los signos litúrgicos, existen en la Iglesia otros, ligados a un acontecimiento, a una tradición, a una persona. Uno de ellos es el Escapulario del Carmen.
El Escapulario. Un signo Mariano
Uno de los signos de la tradición de la Iglesia, desde hace siete siglos, es el Escapulario de la Virgen del Carmen. Es un signo aprobado por la Iglesia y aceptado por la Orden del Carmen como manifestación externa de amor a María, de confianza filial en ella y como compromiso de imitar su vida.
La palabra "escapulario" indica un vestido superpuesto, que llevaban los monjes durante el trabajo manual. Con el tiempo se le fue dando un sentido simbólico: el de llevar la cruz de cada día, como discípulos y seguidores de Jesús.
En algunas Órdenes religiosas, como en el Carmelo, el Escapulario se convirtió también en signo de su manera de ser y de vivir.
El Escapulario pasó a simbolizar la dedicación especíal de los carmelitas a María, la Madre del Señor, y a expresar la confianza en su protección maternal; el deseo de imitar su vida de entrega a Cristo y a los demás. Se transformó en un signo mariano.
De las Órdenes Religiosas al pueblo de Dios
En la Edad Media, muchos cristianos quisieron asociarse a las Órdenes religiosas fundadas entonces: Franciscanos, Dominicos, Agustinos, Carmelitas. Surgió un laicado asociado a ellas, por medio de Cofradías o Hermandades. Todas las Ordenes religiosas quisieron dar a los laicos un signo de su afiliación y participación en su espíritu y en su apostolado. Ese signo era una parte de su hábito: la capa, el cordón, el escapulario.
Entre los carmelitas se llegó a establecer el escapulario reducido en tamaño, como la señal de pertenencia a la Orden y la expresión de su espiritualidad.
El valor y el sentido del Escapulario
El Escapulario hunde sus raíces en la tradición de la Orden, que lo ha interpretado como signo de protección materna de María. Tiene, en sí mismo, a partir de esa experiencia plurisecular, un sentido espiritual aprobado por la Iglesia.
Representa el compromiso de seguir a Jesús, como María, el modelo perfecto de todo discípulo de Cristo. Este compromiso tiene su origen en el bautismo que nos transforma en hijos de Dios.
La Virgen nos enseña a:
Vivir abiertos a Dios y a su voluntad, manifestada en los acontecimientos de la vida.
Escuchar la Palabra de Dios en la Biblia y en la vida, a creer en ella y a poner en práctica sus exigencias
Orar en todo momento, descubriendo a Dios presente en todas las circunstancias
Vivir cercanos a las necesidades de nuestros hermanos y a solidarizarnos con ellos.
Introduce en la fraternidad del Carmelo, comunidad de religiosos y religiosas, presentes en la Iglesia desde hace más de ocho siglos, y compromete a vivir el ideal de esta familia religiosa: la amistad íntima con Dios en la oración.
Coloca delante el ejemplo de los santos y santas del Carmelo, con los que se establece una relación familiar de hermanos y hermanas.
Expresa la fe en el encuentro con Dios en la vida eterna, mediante la ayuda de la intercesión y protección de María.
Normas prácticas
El escapulario es impuesto, sólo la primera vez, por un sacerdote o por una persona autorizada
Puede ser sustituido por una medalla que tenga por una parte la imagen del Sgdo. Corazón y por otra la de la Virgen
El Escapulario exige un compromiso cristiano auténtico: vivir de acuerdo con las enseñanzas del evangelio, recibir los sacramentos y profesar una devoción especial a la Sma. Virgen que se expresa, al menos, con la recitación cotidiana de tres avemarías.
Fórmula Breve para la imposición del escapulario
Recibe este Escapulario, signo de una relación especial con María, la Madre de Jesús, a quien te comprometes a imitar. Que este Escapulario te recuerde tu dignidad de cristiano, tu dedicación al servicio de los demás y a la imitación de María.
Llévalo como señal de su protección y como signo de tu pertenencia a la familia del Carmelo, dispuesto a cumplir la voluntad de Dios y a empeñarte en el trabajo por la construcción de un mundo que responda a su plan de fraternidad, justicia y paz.
El Escapulario del Carmen
NO ES:
Un signo protector mágico
Una garantía automática de salvación.
Una dispensa de vivir las exigencias de la vida cristiana.
ES UN SIGNO:
Aprobado por la Iglesia desde hace siete siglos
La mejor info esta ene ste link.
http://es.wikipedia.org/wiki/Escapulario
es una tela normalmente marrón de unos 10cm que en la parte superior lleva un cordones para colgara en el cuello y s pega la imagen de la virgen o de un santo que tengas tu devoción
También conocido como el Escapulario Marrón, es el más conocido, célebre y difundido de los pequeños escapularios. Al referirse al “Escapulario”, y a la “fiesta del Escapulario” se habla de Nuestra Señora del Carmen o del Monte Carmelo celebrada el 16 de julio. Es probablemente el escapulario más antiguo y sirvió como prototipo de los otros. De acuerdo a una tradición piadosa la Santísima Virgen se le apareció a San Simón Stock en Cambridge, Inglaterra, el domingo 16 de julio de 1251. En respuesta a su petición de ayuda para su oprimida orden, se le apareció con un escapulario en sus manos y le dijo: “Toma amado hijo este escapulario de vuestra orden como símbolo de mi confraternidad y especial signo de gracia para vos y todos los Carmelitas; quienquiera que muera en este prenda, no sufrirá el fuego eterno. Es el signo de salvación, defensor en los peligros, prenda de la paz y de esta alianza". Sin embargo, esta tradición aparece de forma muy precisa desde el principio, en 1642, cuando las palabras de la Santísima Virgen fueron difundidas por San Simón Stock. Se dice que él se las dictó a su secretario y confesor, Peter Swanyngton. Si bien se sabe que este testimonio no puede ser corroborado por documentos históricos, su contenido general se mantiene como una confiable tradición piadosa; en otras palabras, es creíble que San Simón Stock fue manifestado de manera sobrenatural la protección especial de la Santísima Virgen para toda su orden y para todos aquellos que usasen el hábito carmelita; que la Santísima Virgen le prometió un auxilio especial, especialmente en el momento de la muerte, a aquellos que en santa fidelidad usaran este hábito en honor a ella a lo largo de su vida, para ser preservados del infierno. Y aunque no existe una referencia directa a los miembros de la confraternidad del escapulario la promesa está también indirectamente extendida a todos los devotos de la Madre de Dios que usaran el hábito o la insignia, como verdaderos cristianos, hasta la muerte, y estar así de alguna manera afiliados a la Orden Carmelita.
Hasta ahora no se ha descubierto ningún testimonio autorizado que pruebe que el pequeño escapulario es conocido desde la segunda mitad del siglo XIII y que fue entregado a los miembros de la Confraternidad de Nuestra Señora del Carmen (o del Monte Carmelo). Por el contrario existen muchas razones para creer que el pequeño escapulario, tal como lo conocemos hoy y la forma que tenía desde el siglo XVI, tiene un origen bastante posterior. Zimmerman (Mon.hist.Carmelit.) y Saltet dan muchos argumentos razonables que apoyan esta teoría. En todo caso, el escapulario fue muy difundido en los países europeos a fines del siglo XVI, como se hace evidente en "La crónica Carmelitana" del carmelita Joseph Falcone (Piacenza, 1595). En 1600 apareció en Palermo el "Giardino Carmelitano" del carmelita Egidio Leoindelicato da Sciacca (la aprobación data de 1592). Hacia el final, luego de las fórmulas de bendición para los Fratelli and Sorelle della Compagnia della Madonna del Carmine (quienes reciben el hábito completo de la orden), el autor da la fórmula para la bendición del escapulario para los Devoti della Compagnia Carrnelitana (pp. 239 ss.). Esta es la forma más antigua de bendición para el pequeño escapulario de la que tenemos conocimiento. Es también importante agregar que la fórmula de las hermanas no contiene ninguna referencia al escapulario, mientras que la de los hermanos tiene una bendición especial para el escapulario.
Sin embargo, aunque debemos admitir que el pequeño escapulario de Nuestra Señora del Carmen se originó a principios del siglo XVI, la promesa --que es el primer privilegio del Escapulario Carmelita-- permanece incólume. Debido a que este privilegio no exige nada más que todos aquellos que fuera de la verdadera veneración y amor por la Santísima Virgen usen constantemente el escapulario en un espíritu de fidelidad y fe, luego de haber sido ubicadas por la propia Iglesia junto a este hábito o insignia bajo la protección especial de la Madre de Dios, deben gozar de esta protección en el asunto o crisis que sea más determinante para su vida en el tiempo y en la eternidad. Por lo tanto, quienquiera, aunque sea un pecador, que use la insignia de la Madre de Dios a lo largo de su vida como siervo fiel, no confiando presuntuosamente en el escapulario como amuleto milagroso, sino con confianza en el poder y la bondad de María, puede esperar que María velará, a través de su poderosa y maternal intercesión, por otorgarle las gracias para una verdadera conversión y perseverancia en el bien. Tal es el significado e importancia del primer privilegio del Escapulario Carmelita, que usualmente se expresa de la siguiente manera: “Quienquiera que use el escapulario hasta la muerte, será preservado del infierno”. El segundo privilegio del escapulario, también conocido como el privilegio Sabatino, significa que la asistencia maternal de María por sus siervos en la Confraternidad del Escapulario continuará luego de la muerte, y tendrá efecto especialmente el sábado (día consagrado en su honor), teniendo en cuenta que los miembros cumplan fielmente las no tan simples condiciones necesarias para obtener este privilegio (vea PRIVILEGIO SABATINO).
En cuanto a la forma exterior del escapulario, debe consistir de dos pedazos de lana marrón, aunque el negro también es permitido. Este escapulario lleva usualmente por un lado una imagen de Nuestra Señora del Carmen, pero ni esta ni cualquier otra imagen es imprescindible. La auténtica lista de privilegios, indulgencias e indultos de la Confraternidad del Escapulario del Carmen (o del Monte Carmelo) fue aprobada el 4 de julio de 1908, por la Congregación de Indulgencias. Es importante decir que este resumen no dice nada del segundo privilegio antes mencionado, lo que dice del privilegio Sabatino está explicado en el artículo bajo tal título. En cuanto a la protección frecuentemente milagrosa que María le ha concedido a su insignia y otorgado a los miembros piadosos de la Confraternidad del Escapulario en grandes peligros del alma y el cuerpo, existen muchos registros e informes confiables (algunos recientes), ante los cuales es imposible dudar. Como el rosario, este escapulario se ha convertido en la insignia del devoto católico y el verdadero siervo de María.
es una cadena religiosa, color cafe, con un santo.
COMO CONCEPTO
Un escapulario es una pieza de tela parte del hábito de algunas congregaciones religiosas católicas, masculinas y femeninas. Consiste en una tira con una abertura por donde se mete la cabeza. y que cuelga sobre el pecho y la espalda, pendiente de los hombros (en latín, scapula) Es parte del traje de faena usado por los monjes benedictinos entre otros y es símbolo del yugo de Cristo.
COMO SIMBOLO CATOLICO
Antes de dar una respuesta directa a esta importante pregunta, daremos una breve descripción y alguna información básica acerca del escapulario. El escapulario marrón que tengo mide 1-1/8" por 1-1/2," está hecho de tela y tiene un dibujo de María cargando al niño Jesús en sus brazos. Debajo del dibujo están escritas estas sorprendentes palabras:
"Si alguno muere llevando este escapulario (marrón) no sufrirá el fuego eterno. Promesa de María."
Este pequeño pedazo de tela rectangular está unido a otro pedazo de tela de tamaño similar por dos cordones aplastados que le permiten amarrarse sobre el pecho y la espalda de la persona. El otro pedazo de tela también tiene un mensaje debajo de un dibujo del rostro de Jesús: "¡Detente! El Santo rostro de Cristo me protege."
"Del mismo modo que los hombres sienten orgullo cuando otros llevan sus uniformes, así la Santísima María se complace cuando Sus siervos llevan Su Escapulario como señal de que han dedicado sus vidas a Su servicio, y son miembros de la Familia de la Madre de Dios."
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creo que depende de lareligon a la que te enfoques, pero en la catolica es basicamente su significado
Y es usado debido a esta promesa de maria:
Si alguno muere llevando este escapulario no sufrirá el fuego eterno
Un escapulario es un recuerdo que uno lleva , normalmente son uno o dos cuadrados con una imagen unidos por una cinta; eso hace que lo puedas llevar puesto siempre
Esta muy relacionado a la fe de las personas; los hay de la Virgen del Carmen, de la Virgen Inmaculada,etc
saludos
es un collar con una imagen religiosa atras y adelante y es de tela
sirve para ...