El sujeto tenía que subir 39 escalones, me acuerdo por la película de Hitchcock.
Cuando llegó al último, se dio cuenta de lo que no se había dado cuenta en la planta baja. Que había ascensor.
Al ver que se le había pasado por alto semejante detalle, bajó uno por uno los 39 escalones y tomó el ascensor. Cuando estaba por llegar a su destino, el ascensor se quedó parado entre dos pisos.
Desesperado comenzó a gritar: Auxilio, Auxilio. (En la película decía Help, Help)
De repente se dió cuenta de que estaba solo en el edificio, que no había nadie que pudiera socorrerlo.
Aterrorizado, quiso pedir ayuda por el celular, pero de repente se dio cuenta que todavía no se había inventado. Es que la película es de 1935.
En ese momento se escuchó un disparo. El hombre, asustado, trató de averiguar de dónde provenía, pero claro, estaba entre dos pisos, por lo tanto su visión del afuera era nula.
De repente se dio cuenta que no tenía que gritar más auxilio porque tal vez había un asesino suelto. Esto quedó confirmado porque a continuación se escuchó un horroroso grito de mujer. Esto le puso los pelos de punta. Su respiración era agitada, el corazón le latía aceleradamente.
Al mismo tiempo, notaba que le faltaba el aire. Aunque la película es del año 1935 y los ascensores eran los llamados "jaula" en su época por ser abiertos, Hitchcock, un genio, se toma una licencia y lo hace automático. Es decir totalmente cerrado.
La angustia iba en aumento, el aire se acababa, afuera existía otro peligro tal vez mayor.... Por su mente pasaban momentos de su vida. Algunos eran muy agradables, se acordaba de los veranos en las playas de Brighton en compañía de sus padres y hermanos. El día que se había casado (ese no era tan agradable) en la abadía de Westminster...
Pero también llegaban a su memoria momentos tristes. La muerte de su perro Ozzie, su gran compañero de caminatas. Las bromas de sus compañeros de clase... Su cabeza daba vueltas y vueltas. Pensó en lo que nunca iba a poder hacer, subir los 39 escalones y encontrarse con el abogado que le reclamaba la mitad de sus bienes (estaba en pleno juicio de divorcio) y por un momento éso le produjo cierta tranquilidad.
En un momento esbozó una sonrisa, pensó en la cara de su mujer al enterarse que había muerto en un ascensor. Claro, pensó, pero le quedará todo a ella... será mi heredera.
Entonces se acordó que la ley inglesa permite hacer un testamento y dejar los bienes a quien uno se le cante.
Casi no podia respirar, pero con un último aliento, abrió su attaché, sacó una hoja y escribió "Yo, Richard Hannay, en pleno uso de mis facultades, nombro mi heredero universal a....."
Y lo siento, porque en esa parte de la película me quedé dormida.
SI NO LEES EL LIBRO, TE PERDES UNA HERMOSA HISTORIA DE SUSPENSO DE LA QUE SE HICIERON VARIAS VERSIONES, PERO NINGUNA PUDO SUPERAR A LA DEL MAESTRO.
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El sujeto tenía que subir 39 escalones, me acuerdo por la película de Hitchcock.
Cuando llegó al último, se dio cuenta de lo que no se había dado cuenta en la planta baja. Que había ascensor.
Al ver que se le había pasado por alto semejante detalle, bajó uno por uno los 39 escalones y tomó el ascensor. Cuando estaba por llegar a su destino, el ascensor se quedó parado entre dos pisos.
Desesperado comenzó a gritar: Auxilio, Auxilio. (En la película decía Help, Help)
De repente se dió cuenta de que estaba solo en el edificio, que no había nadie que pudiera socorrerlo.
Aterrorizado, quiso pedir ayuda por el celular, pero de repente se dio cuenta que todavía no se había inventado. Es que la película es de 1935.
En ese momento se escuchó un disparo. El hombre, asustado, trató de averiguar de dónde provenía, pero claro, estaba entre dos pisos, por lo tanto su visión del afuera era nula.
De repente se dio cuenta que no tenía que gritar más auxilio porque tal vez había un asesino suelto. Esto quedó confirmado porque a continuación se escuchó un horroroso grito de mujer. Esto le puso los pelos de punta. Su respiración era agitada, el corazón le latía aceleradamente.
Al mismo tiempo, notaba que le faltaba el aire. Aunque la película es del año 1935 y los ascensores eran los llamados "jaula" en su época por ser abiertos, Hitchcock, un genio, se toma una licencia y lo hace automático. Es decir totalmente cerrado.
La angustia iba en aumento, el aire se acababa, afuera existía otro peligro tal vez mayor.... Por su mente pasaban momentos de su vida. Algunos eran muy agradables, se acordaba de los veranos en las playas de Brighton en compañía de sus padres y hermanos. El día que se había casado (ese no era tan agradable) en la abadía de Westminster...
Pero también llegaban a su memoria momentos tristes. La muerte de su perro Ozzie, su gran compañero de caminatas. Las bromas de sus compañeros de clase... Su cabeza daba vueltas y vueltas. Pensó en lo que nunca iba a poder hacer, subir los 39 escalones y encontrarse con el abogado que le reclamaba la mitad de sus bienes (estaba en pleno juicio de divorcio) y por un momento éso le produjo cierta tranquilidad.
En un momento esbozó una sonrisa, pensó en la cara de su mujer al enterarse que había muerto en un ascensor. Claro, pensó, pero le quedará todo a ella... será mi heredera.
Entonces se acordó que la ley inglesa permite hacer un testamento y dejar los bienes a quien uno se le cante.
Casi no podia respirar, pero con un último aliento, abrió su attaché, sacó una hoja y escribió "Yo, Richard Hannay, en pleno uso de mis facultades, nombro mi heredero universal a....."
Y lo siento, porque en esa parte de la película me quedé dormida.
SI NO LEES EL LIBRO, TE PERDES UNA HERMOSA HISTORIA DE SUSPENSO DE LA QUE SE HICIERON VARIAS VERSIONES, PERO NINGUNA PUDO SUPERAR A LA DEL MAESTRO.
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Holis
quantas paginas tiene??