La Restauración (o Revolución) Meiji describe una cadena de eventos que condujeron a un cambio en la estructura política y social de Japón en el período comprendido de 1866 a 1869, un período de cuatro años que abarca parte del período Edo (también denominado Shogunato Tokugawa tardío) y el comienzo de la Era Meiji.
En 1868 comienza la era Meiji (o Restauración Meiji). En ésta quedan abolidos los privilegios especiales de los samuráis, se le da a la población la posibilidad de portar apellido (privilegio hasta entonces de la aristocracia, mientras que la gente llevaba el nombre de su profesión, por ejemplo, el capitán de un barco se llamaba "Anjin" -"capitán"-). Estos cambios provocaron la inestabilidad del país en el comienzo de la era Meiji. Hubo muchos levantamientos, pero se puede destacar el de Saigō Takamori, integrante del triunvirato ishin, amigo y compañero de Toshimichi Ookubo. Saigō es derrotado por Ōkubo y hecho ejecutar. La era Meiji logró la estabilidad total después de cuatro décadas.
-Básicamente este fue el proceso que le quitó el poder al shogun y se lo devolvió al emperador.
Fue una revolución acaecida en Japón cuando se derrocó al sogunado de Tokugawa, restauró el dominio imperial y convirtió al estado feudal de Japón en un estado moderno. La apertura de los puertos del Japón a las flotas coloniales occidentales, forzada por Matthew Calbraith Perry, entre otros, a partir de 1853, puso de manifiesto la debilidad de los sogunes Tokugawa, y provocó agitaciones nacionalistas, bajo el lema de sonno joi (venerar al emperador, expulsar a los bárbaros). Los radicales, inspirados por las ideas de Motoori Norinaga, vieron una solución en el restablecimiento del gobierno directo imperial -sobre todo, los jóvenes samurai de los feudos daimios occidentales Chosho y Satsuma, que nunca habían aceptado la soberanía Tokugawa. En la década de 1860, sogunado y daimio importaban tecnología occidental y proponían nuevas estructuras de gobierno con el fin de enfrentarse a la amenaza extranjera. En 1867, el daimio proimperial sugirió que el sogún Tokugawa Yoshinobu debía renunciar y reconocer la autoridad imperial. Yoshinobu accedió en noviembre de 1867, pero receloso radicales Satsuma tomaron el palacio imperial de Kioto el 3 de enero de 1868, y proclamaron la restauración imperial con el joven Meiji Tenno. Las fuerzas de Yoshinobu fueron expulsadas de Kioto, y un ejército imperial formado con guerreros de los clanes Choshu, Satsuma y Tosa aseguró la rendición pacífica de la capital sogunal de Edo. La mayoría de los daimio permanecieron neutrales, y la guerra civil finalizó en 1869. Yoshinobu se retiró y dejó el gobierno en manos de Saigo Takamori, Okubo Toshimichi, Kido Takayoshi y otros líderes de la restauración. Una vez confiscadas las propiedades Tokugawa, que comprendían casi el 25% de la tierra cultivable de Japón, éstas fueron puestas bajo su control, sirviendo de trampolín para políticas más amplias. En 1869, el emperador si trasladó a la ciudad de Edo, rebautizada con el nombre de Tokio (Capital del Este), la nueva capital imperial. El emperador era utilizado por el nuevo gobierno como centro de la lealtad nacional y como sanción de los cambios revolucionarios introducidos. En 1871 los dominios daimio ya habían pasado a poder del trono, convirtiéndose en prefecturas. Y los daimio en miembros de una nueva nobleza. Se estableció la enseñanza generalizada y el reclutamiento militar, y las restricciones al budismo, inspiradas por la ideología proimperial sinto del régimen, provocaron revueltas iconoclastas. Llegaron expertos occidentales para crear vías férreas, ejércitos, flotas e industrias nuevas, fundamentando las labores de la prerrestauración. Los samurai, descontentos con la abolición de su privilegio de llevar espadas y la imposición de contribuciones a sus estipendios, si rebelaron, destacando la rebelión Satsuma de 1877, que fui aplastada por las nuevas fuerzas alistadas. Se creó el Banco del Japón, se reformó la política fiscal y se suprimió con firmeza la agitación cívica. Una autoritaria Constitución, elaborada por Ito Hirobumi y otros, fue promulgada en 1889, estableciendo la Dieta, pero durante a mayor parte del periodo Meiji el poder fue ejercido por una informal oligarquía Choshu y Satsuma, alejada de los controles constitucionales. Gracias a la Guerra Chino-japonesa, el Japón Meiji alcanza el derecho a ser tratado al mismo nivel que las potencias imperialistas de Occidente. A pesar de la rápida y fructífera modernización, la ambigua estructura constitucional, la orientación militar y la ideología nacionalista que legó la Restauración Meiji llevaron a Japón en las décadas de 1930 y 1940 a la desastrosa aventura imperialista.
Answers & Comments
Verified answer
La Restauración (o Revolución) Meiji describe una cadena de eventos que condujeron a un cambio en la estructura política y social de Japón en el período comprendido de 1866 a 1869, un período de cuatro años que abarca parte del período Edo (también denominado Shogunato Tokugawa tardío) y el comienzo de la Era Meiji.
En 1868 comienza la era Meiji (o Restauración Meiji). En ésta quedan abolidos los privilegios especiales de los samuráis, se le da a la población la posibilidad de portar apellido (privilegio hasta entonces de la aristocracia, mientras que la gente llevaba el nombre de su profesión, por ejemplo, el capitán de un barco se llamaba "Anjin" -"capitán"-). Estos cambios provocaron la inestabilidad del país en el comienzo de la era Meiji. Hubo muchos levantamientos, pero se puede destacar el de Saigō Takamori, integrante del triunvirato ishin, amigo y compañero de Toshimichi Ookubo. Saigō es derrotado por Ōkubo y hecho ejecutar. La era Meiji logró la estabilidad total después de cuatro décadas.
-Básicamente este fue el proceso que le quitó el poder al shogun y se lo devolvió al emperador.
REVOLUCIÓN MEIJI
Fue una revolución acaecida en Japón cuando se derrocó al sogunado de Tokugawa, restauró el dominio imperial y convirtió al estado feudal de Japón en un estado moderno. La apertura de los puertos del Japón a las flotas coloniales occidentales, forzada por Matthew Calbraith Perry, entre otros, a partir de 1853, puso de manifiesto la debilidad de los sogunes Tokugawa, y provocó agitaciones nacionalistas, bajo el lema de sonno joi (venerar al emperador, expulsar a los bárbaros). Los radicales, inspirados por las ideas de Motoori Norinaga, vieron una solución en el restablecimiento del gobierno directo imperial -sobre todo, los jóvenes samurai de los feudos daimios occidentales Chosho y Satsuma, que nunca habían aceptado la soberanía Tokugawa. En la década de 1860, sogunado y daimio importaban tecnología occidental y proponían nuevas estructuras de gobierno con el fin de enfrentarse a la amenaza extranjera. En 1867, el daimio proimperial sugirió que el sogún Tokugawa Yoshinobu debía renunciar y reconocer la autoridad imperial. Yoshinobu accedió en noviembre de 1867, pero receloso radicales Satsuma tomaron el palacio imperial de Kioto el 3 de enero de 1868, y proclamaron la restauración imperial con el joven Meiji Tenno. Las fuerzas de Yoshinobu fueron expulsadas de Kioto, y un ejército imperial formado con guerreros de los clanes Choshu, Satsuma y Tosa aseguró la rendición pacífica de la capital sogunal de Edo. La mayoría de los daimio permanecieron neutrales, y la guerra civil finalizó en 1869. Yoshinobu se retiró y dejó el gobierno en manos de Saigo Takamori, Okubo Toshimichi, Kido Takayoshi y otros líderes de la restauración. Una vez confiscadas las propiedades Tokugawa, que comprendían casi el 25% de la tierra cultivable de Japón, éstas fueron puestas bajo su control, sirviendo de trampolín para políticas más amplias. En 1869, el emperador si trasladó a la ciudad de Edo, rebautizada con el nombre de Tokio (Capital del Este), la nueva capital imperial. El emperador era utilizado por el nuevo gobierno como centro de la lealtad nacional y como sanción de los cambios revolucionarios introducidos. En 1871 los dominios daimio ya habían pasado a poder del trono, convirtiéndose en prefecturas. Y los daimio en miembros de una nueva nobleza. Se estableció la enseñanza generalizada y el reclutamiento militar, y las restricciones al budismo, inspiradas por la ideología proimperial sinto del régimen, provocaron revueltas iconoclastas. Llegaron expertos occidentales para crear vías férreas, ejércitos, flotas e industrias nuevas, fundamentando las labores de la prerrestauración. Los samurai, descontentos con la abolición de su privilegio de llevar espadas y la imposición de contribuciones a sus estipendios, si rebelaron, destacando la rebelión Satsuma de 1877, que fui aplastada por las nuevas fuerzas alistadas. Se creó el Banco del Japón, se reformó la política fiscal y se suprimió con firmeza la agitación cívica. Una autoritaria Constitución, elaborada por Ito Hirobumi y otros, fue promulgada en 1889, estableciendo la Dieta, pero durante a mayor parte del periodo Meiji el poder fue ejercido por una informal oligarquía Choshu y Satsuma, alejada de los controles constitucionales. Gracias a la Guerra Chino-japonesa, el Japón Meiji alcanza el derecho a ser tratado al mismo nivel que las potencias imperialistas de Occidente. A pesar de la rápida y fructífera modernización, la ambigua estructura constitucional, la orientación militar y la ideología nacionalista que legó la Restauración Meiji llevaron a Japón en las décadas de 1930 y 1940 a la desastrosa aventura imperialista.