En el año 480 a.c., durante la batalla de Termópilas, el Rey de Esparta, Leonidas, y su guardia real compuesta por 300 militares tienen que hacer frente al avance del ejercito persa que les supera en número y que está dispuesto a conquistar Grecia
Comienza narrando la infancia de Leónidas y de su entrenamiento para ser el próximo rey. Un día, siendo ya rey de Esparta, llega a visitarlo un emisario persa del rey Jerjes. Éste le comunica la exigencia de pagar un tributo de tierra y agua como prueba de la sumisión de Esparta hacia Persia. Leónidas se niega y tira a un pozo al emisario y a sus escoltas.
Después de esto, decidido a plantarle cara al ejército persa, mandó a su capitán más fiel a que reuniese a 300 de los mejores guerreros espartanos y se dirigieron al paso de Termópilas. En contra de la opinión del consejo espartano y de el Oráculo de Delfos, los cuales auguraban un funesto destino para toda Grecia.
Ya en el desfiladero de las Termópilas, Leónidas acomete varias oleadas de guerreros persas los cuales los espartanos logran solventar sin muchos problemas, Jerjes se entrevista con Leónidas, le ofrece ser caudillo de toda Grecia a cambio de que le acepte cómo su Dios y superior, Leónidas se niega y Jerjes está decidido a acabar con ellos.
Esta vez, Jerjes envía a sus mejores hombres, Los Inmortales, Leónidas y sus espartanos se enfrentan no solo a la élite del ejército persa sino a criaturas monstruosas cómo gigantes, rinocerontes gigantes o elefantes de guerra, aún sufriendo algunas bajas, los espartanos logran aguantar la posición de forma heroica.
Mientras tanto, en Esparta, debido a la ausencia de Leónidas, Cimón, un consejero de Leónidas y de ideologías pro-persas logra hacer todo lo posible para evitar apoyar a Leónidas en su lucha contra Jerjes. Chantajea a la esposa de Leónidas para que tenga sexo con él a cambio de su aprobación en el Consejo. Pero durante el Consejo Cimón insulta a la esposa de Leónidas tratándola de prostituta y ésta, ofendida, apuñala a Cimón mostrando ante todo el consejo espartano que este solo era un traidor, sobornado por los persas.
En ese momento, Efialtes, un hombre exiliado, visita a Leónidas para ofrecerle sus servicios. Tras su rechazo visita a Jerjes, y a cambio de un uniforme, riqueza, lujos y mujeres, le cuenta el secreto para derrotar a los trescientos espartanos, la senda Anopea que lo dejara en la retaguardia de la posición de Leónidas en las Termópilas.
Leonidas al enterarse se limita a enviar al espartano Dilios como emisario a Esparta para avisar a su pueblo, pues ya sabe que el final es inminente.
Jerjes rodea con su inmenso ejército a los espartanos supervivientes y vuelve a ofrecerle la misma oferta que le hizo, nombrarle caudillo de Grecia a cambio de que se arrodille ante él, Leónidas hace el amago de ceder, pero en un último momento, todos los espartanos atacan a los hombres de Jerjes, el propio Leónidas hiere a Jerjes al lanzarle una lanza al rostro, todos los espartanos (incluido Leónidas) caen bajo la lluvia de flechas de los arqueros medos.
Tras la batalla, el guerrero Dilios, que fue el emisario que envió Leónidas a Esparta, relata la muerte de Leónidas mientras están frente a los ejércitos persas momentos antes de la batalla de Platea
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En el año 480 a.c., durante la batalla de Termópilas, el Rey de Esparta, Leonidas, y su guardia real compuesta por 300 militares tienen que hacer frente al avance del ejercito persa que les supera en número y que está dispuesto a conquistar Grecia
Comienza narrando la infancia de Leónidas y de su entrenamiento para ser el próximo rey. Un día, siendo ya rey de Esparta, llega a visitarlo un emisario persa del rey Jerjes. Éste le comunica la exigencia de pagar un tributo de tierra y agua como prueba de la sumisión de Esparta hacia Persia. Leónidas se niega y tira a un pozo al emisario y a sus escoltas.
Después de esto, decidido a plantarle cara al ejército persa, mandó a su capitán más fiel a que reuniese a 300 de los mejores guerreros espartanos y se dirigieron al paso de Termópilas. En contra de la opinión del consejo espartano y de el Oráculo de Delfos, los cuales auguraban un funesto destino para toda Grecia.
Ya en el desfiladero de las Termópilas, Leónidas acomete varias oleadas de guerreros persas los cuales los espartanos logran solventar sin muchos problemas, Jerjes se entrevista con Leónidas, le ofrece ser caudillo de toda Grecia a cambio de que le acepte cómo su Dios y superior, Leónidas se niega y Jerjes está decidido a acabar con ellos.
Esta vez, Jerjes envía a sus mejores hombres, Los Inmortales, Leónidas y sus espartanos se enfrentan no solo a la élite del ejército persa sino a criaturas monstruosas cómo gigantes, rinocerontes gigantes o elefantes de guerra, aún sufriendo algunas bajas, los espartanos logran aguantar la posición de forma heroica.
Mientras tanto, en Esparta, debido a la ausencia de Leónidas, Cimón, un consejero de Leónidas y de ideologías pro-persas logra hacer todo lo posible para evitar apoyar a Leónidas en su lucha contra Jerjes. Chantajea a la esposa de Leónidas para que tenga sexo con él a cambio de su aprobación en el Consejo. Pero durante el Consejo Cimón insulta a la esposa de Leónidas tratándola de prostituta y ésta, ofendida, apuñala a Cimón mostrando ante todo el consejo espartano que este solo era un traidor, sobornado por los persas.
En ese momento, Efialtes, un hombre exiliado, visita a Leónidas para ofrecerle sus servicios. Tras su rechazo visita a Jerjes, y a cambio de un uniforme, riqueza, lujos y mujeres, le cuenta el secreto para derrotar a los trescientos espartanos, la senda Anopea que lo dejara en la retaguardia de la posición de Leónidas en las Termópilas.
Leonidas al enterarse se limita a enviar al espartano Dilios como emisario a Esparta para avisar a su pueblo, pues ya sabe que el final es inminente.
Jerjes rodea con su inmenso ejército a los espartanos supervivientes y vuelve a ofrecerle la misma oferta que le hizo, nombrarle caudillo de Grecia a cambio de que se arrodille ante él, Leónidas hace el amago de ceder, pero en un último momento, todos los espartanos atacan a los hombres de Jerjes, el propio Leónidas hiere a Jerjes al lanzarle una lanza al rostro, todos los espartanos (incluido Leónidas) caen bajo la lluvia de flechas de los arqueros medos.
Tras la batalla, el guerrero Dilios, que fue el emisario que envió Leónidas a Esparta, relata la muerte de Leónidas mientras están frente a los ejércitos persas momentos antes de la batalla de Platea
Mg